El Ministerio de Turismo eligió ayer el espectacular escenario de los Saltos del Moconá para realizar un segundo lanzamiento de la temporada con un mensaje claro: Ahora como nunca, Misiones para los misioneros.

Sin dólar caro, sin recargos del 30% y aprovechando la naturaleza, el verde y la biodiversidad que admira el mundo -pero a veces cuesta vender a los comprovincianos- y la infraestructura turística, que va mejorando aceleradamente, “aunque todavía falta”.

La apuesta tiene que ver con atraer ahora al turismo interno, cuando Brasil se encareció mucho. Incluso, ofrecerle el destino al misionero que quizás no resigne las vacaciones en Camboriú o Florianápolis, pero con el encarecimiento probablemente tenga que volver antes de lo acostumbrado y se encuentre el 10 o 15 de enero otra vez en Posadas, con casi todo el verano por delante.

“Las vacaciones ya no son como antes, que una familia se iba un mes, el turismo ahora se hace varias veces en el año con escapadas de 3 o 4 días”, dijo el ministro de Turismo, José María Arrúa en la presentación.

Estaba rodeado de tres intendentes que, cada vez más, apuestan al turismo como forma de generar trabajo y bienestar para sus comunidades: Roque Szobosinksi (El Soberbio), Miguel Do Santos y Carlos Goring (Colonia Aurora).

“En El Soberbio ya hay 500 personas que viven del turismo, casi todos oriundos de la localidad, es una de las principales fuentes de trabajo”, dijo Szobosinski -que ayer cumplió 50 años-, en diálogo con Economis.

El Parque Moconá -para quien no fue últimamente- tiene un restaurante con todas las comodidades y precios bastante accesibles (tostado $160, pizza de muzarella $435, ensalada Caesar $430, menú del día -sin bebida- $365), con instalaciones (baños, etc) en perfecto estado.

Un centro de interpretación que es una gran casa de madera en medio del bosque, al que le están haciendo mejoras que estarán listas en unos días. Quizás le falta mejorar un poco el contenido para estar a tono con las tendencias modernas, según la recorrida que realizó Economis.

Unos saltos únicos en el mundo

Y el plato fuerte, sin dudas, son las cataratas del Moconá. El Ministerio de Turismo organizó un paseo para la prensa en un día ideal para esa travesía en una embarcación semirígida con dos motores (para dominar el bote en las fuertes y peligrosas correntadas del río Uruguay, que tiene una profundidad de más de 100 metros en ese lugar por la falla geológica).

Un día con temperatura llevadera, poco más de 30 grados que en en medio de la Naturaleza y el verde se llevan mucho mejor que en un lugar rodeado de cemento. Y sobre todo, el río en un nivel bajo que permite apreciar en toda su dimensión los saltos.

Las pasarelas para recorrer a pie esa maravilla natural no están habilitadas desde hace varios años, cuando la crecida del Uruguay arrasó con todo. Por eso el paseo hay que hacerlo sí o si en lancha. Los precios también invitan a los misioneros: 350 pesos por persona para el residente en la tierra colorada. 650 pesos para cualquier argentino de otra provincia y 1.000 pesos para el extranjero.

Un detalle que ilustra el entusiasmo renovado que los intendentes tienen en el turismo. Después de la conferencia de prensa de rigor, los mandatarios comunales se calzaron el chaleco naranja de seguridad y fueron a dar el paseo en lancha.

“Yo me acuerdo cuando hace unos años acá no había nada, solo una señora mayor con el hijo cuidando y yo le tenía que traer la mercadería, no puedo creer el restaurante que hay, la infraestructura”, dijo Do Santos, el intendente de San Pedro. Esa localidad es la “dueña” de Moconá, aunque todo el mundo la identifica más con El Soberbio, que es el portal de entrada por la ruta 14 (en 45 minutos se hace el recorrido entre la Capital de la Esencia y los Saltos).

Justamente ayer el Ministerio de Turismo le entregó al restaurante Yabotí Restó algunos artículos de gastronomía (batidora, amasadora) para mejorar sus prestaciones, por valor de 1,5 millón de pesos. “Todavía hay mucho por mejorar en materia de infraestructura turística en la provincia”, repitió Arrúa en más de una ocasión, dejando en claro un rumbo de trabajo.

Lodges y hoteles de selva

Para complementar la recorrida por los atractivos de esa zona se realizó una recorrida por tres lodges u hoteles de selva: Moconá Virgin Lodge, El Soberbio Lodge y Alto del Angel Lodge.

El denominador común: lugares cada vez más confortables, con restaurantes o espacios comunes que permiten integrarse con la naturaleza y al mismo tiempo, estar “a salvo” del calor, los mosquitos, y otras características de la selva que por un lado son parte de su atractivo, pero por otra parte, se transforman en hostiles en algún punto para el visitante.

El Soberbio Lodge, por ejemplo, tiene un enorme living-comedor con pisos de madera y ventanales donde se puede apreciar el paisaje desde lo alto de una sierra. Enfrente se ve la playa de Puerto Soberbio, con los brasileños aprovechando para bañarse en el río o paseando en jet ski. Del lado argentino no hay playa en el Uruguay, pero si en arroyos como el Paraíso. Todos los lodges tienen piletas idénticas a las de cualquier hotel 5 estrellas.

Los precios varían. El Moconá Virgin Lodge, por ejemplo, cobra 120 dólares o su equivalente en pesos. Con un detalle. No recarga el 30 por ciento del impuesto.

Más cerca del pueblo hay otras variables más económicas ($2000 por persona con media pensión o $5000 una habitación de lujo para 4 personas) y no menos confortables, con instalaciones que son un lujo y el valor agregado de poder ir, caminando, a tomar unos mates en el centro de El Soberbio, ese singular pueblo de frontera rodeado de sierras en ambas márgenes, un río Uruguay que corre encajonado y su gente que mezcla el español y el portugués.

Festival de carpas

Otra apuesta al lema “Misiones para los misioneros” es el Festival de Carpas de Itacaruaré, que arrancó ayer y va por su 28° edición.

Economis recorrió el camping de Itacaruaré ya entrada la noche junto a otros medios. Como una pequeña ciudad que cobra vida cuando cae el sol, cientos de carpas con visitantes de toda la provincia se preparaban para vivir la primera noche.

Itacaruaré tiene un escenario que no tiene nada que envidiarle a cualquier festival musical, donde anoche inauguraba “Los Chabones”, un grupo que hacía de todo, incluyendo el infaltable chotis y corrido.

Precios también muy accesibles en Itacaruaré, cuyo festival de carpas tendrá hoy su segunda jornada para concluir el domingo: $400 paga una persona por los tres días, con derecho a todas las comodidades del camping, que incluye un balneario espectacular; $300 si ingresa hoy y $200 mañana. El resto de la temporada, el camping cobra 30 pesos por persona por día.

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