Soplan nuevos vientos
Aquellos del neoliberalismo salvaje, cuando primaron el sálvese quien pueda, la pobreza y el engaño, cuando confundieron con la mentira a una sociedad que pecó de inocente, trajeron aparejado después de cuatro años más del 42 % de Niños y Niñas en situación de indigencia.
No hay lugar para la Niñez y los Abuelos/as en los modelos liberales. Son miradas individualistas y ambiciosas, que promueven la injusticia social y programas de ajustes subordinados a intereses extranjeros, y no a los intereses del pueblo.
Y como dice el Papa Francisco: “Vencer la batalla contra el hambre es posible, no es un eslogan”.
El Estado de Derecho estuvo agonizando y estábamos asistiendo a la muerte de la Constitución. Se fortaleció un Estado represivo, propio de tiempos que creíamos haber superado, generando mucha violencia, donde el más vulnerable y oprimido tuvo su lugar: Victima.
En alguna parte de la justicia federal se hizo uso abusivo del instituto de la prisión preventiva. Intentaron bajar la edad de punibilidad desoyendo los estándares internacionales, siendo Argentina país signatario; mirada aquella regresiva y represiva.
Todo esto fue posible gracias a los medios de comunicación concentrados que por acción u omisión responden a los mismos intereses.
Dijo el Obispo Enrique Angelelli: “Los jueces deben tener un oido en el Pueblo y otro en la Constitución”.
Es el momento en que el Poder Judicial en todos sus fueros incorpore en sus fallos los Derechos Humanos.Tenemos que construir nuevos puentes, tener la capacidad de percibir, inferir sentimientos, pensamientos y emociones hacia los otros/as.
Como dice Su Santidad: “Hay que ponerse en los pies del otro, no en los zapatos, porque hay muchos que no tienen zapatos.”
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