Esta mañana se abrieron los sobres con las ofertas económicas para realizar la obra civil por Aña Cuá, el proyecto por el cual se van a poner 3 turbinas a un brazo del río Paraná, ampliando la capacidad generadora de Yacyretá en un 10 por ciento.
Para la EBY, se trata de uno de los contratados individuales más grandes desde que se construyó la represa -mayor generadora de energía de la Argentina y una de las hidroeléctricas más grandes del mundo- en los años 80. Además, constituye la inversión individual más importante de los próximos años en la Argentina. Será autofinanciada con los recursos que genera la propia EBY.
Ahora se conoce por cuánto dinero está dispuesto a hacer el trabajo cada uno de los cinco consorcios que fueron preclasificados, integrados por las empresas constructoras más grandes del país en sociedad con otras firmas del exterior. Desde hoy y en un lapso no mayor a 90 días se analizará la consistencia técnica de cada oferta y se definirá al ganador.
Lo que evaluarán los técnicos de la EBY son tres ítems. Los cómputos y cotizaciones de las ofertas, el programa de inversiones y certificaciones y la estructura de costos de los ítems cotizados, explicaron desde la EBY.
“Seguimos avanzando en una compulsa transparente que nos permitirá encarar una obra fundamental para Yacyretá, lo cual posibilitará fortalecer el aporte energético de Argentina y Paraguay”, dijo Martín Goerling, quien presidió el acto que se realizó en la sede porteña de la EBY junto al ex presidente paraguayo, Nicanor Duarte Frutos.
El ex mandatario asumió recientemente como director ejecutivo de Yacyretá por Paraguay. “Es una obra vital que consolida nuestra permanente asociación para generar energía que contribuya al crecimiento de nuestros pueblos”, dijo Duarte Frutos.
Reducción de costos
La oferta más baja recibida hoy bajó en más de 40 por ciento el valor de referencia que habían estimado para este contrato, destacaron desde las oficinas de Catalinas.
La oferta más baja fue presentada por el consorcio que integra Astaldi-Rovela-Tecnoledil, quienes cotizaron el trabajo en u$s 193,2 millones. Rovela es una firma que creció mucho durante el kirchnerismo, originaria de San Luis. La firma está haciendo parte de la obra de remodelación de la pista de aterrizaje del aeropuerto Carlos Krause en Iguazú.
El consorcio integrado por José Cartellone en UTE con J.Maluccelli Constructora y Talavera Ortellado ofertó u$s225,1 millones.
La tercera mejor oferta fue la de Impregilo-José Chediak, quienes establecieron un valor de u$s 240,3 millones. La italiana Impregilo es una de las históricas en la construcción de Yacyretá.
En tanto, el consorcio integrado por Sacde (la ex Iecsa que Angelo Calcaterra le vendió a Marcelo Mindlin) y Power China ofertó u$s274,9 millones. La continuadora de Iecsa es otra de las firmas más experimentadas en trabajar con la EBY, ya que fue protagonista de una parte importante de las obras del Plan de Terminación de Yacyretá (By Pass Arco-Garita, muro frente al Puente Internacional, autovía San Ignacio-Santa Ana).
Por último, el consorcio que más dinero pide por el trabajo es Techint, Benito Roggio y Panedile, quienes establecieron un precio de u$s 318,9 millones por la obra civil de Aña Cuá. Techint y Roggio también son viejos conocidos de la EBY. Techint es, además, la empresa más grande de la Argentina después de YPF. En tanto, Roggio es otra empresa que trabajó mucho en el llamado Plan de Terminación de Yacyretá.
Cuadernos
Una buena parte de las empresas que compiten por la obra de Yacyretá integran la llamada “causa de los cuadernos”: Techint, Roggio, Iecsa (absorvida por SACDE), Chediak, entre otras.
El de Aña Cuá será el primer gran contrato que se adjudique en la Argentina tras esa resonante causa que sigue su curso y por la cual está en prisión preventiva el ex titular de Yacyretá, Oscar Thomas.
 

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Redacción Economis

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