Los huertos jesuíticos como un lugar de ciencia

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Dentro de las misiones que los jesuitas fundaron entre los guaraníes en los siglos XVII y XVIII existió un espacio dedicado a las plantas: el huerto.

Formaba parte del trazado urbano, estaba ubicado por detrás de los edificios principales, y delimitado por un muro de circunvalación. Su diseño interno comprendía parcelas y andenes de cultivo, estanques y un sistema hidráulico. Pese a la variedad temática en investigaciones sobre los conjuntos jesuíticos, el huerto ha sido un espacio casi olvidado. El proyecto denominado “Huertos jesuíticos: entre el diseño, el diálogo y la experimentación. Arqueología de jardines en el huerto de la misión jesuita de guaraníes de Santa Ana (siglos XVII y XVIII)”, bajo la dirección la investigadora María Victoria Roca, busca abordar esta temática.

Desde el Instituto de Estudios Sociales y Humanos (CONICET-UNaM), Roca encara el proyecto a partir de una beca interna posdoctoral. Nexo Universitario dialogó con la arqueóloga sobre los detalles del estudio que busca rescatar el patrimonio de Misiones.

En esta investigación el huerto es entendido como un espacio de experimentación y consolidación de un entorno vegetal expresivo de las prácticas, conocimientos y creencias puestos en juego por actores sociales de diversos orígenes: guaraníes, jesuitas americanos y jesuitas europeos. Esto se refleja en un particular diseño para cada pueblo y en una selección de especies que están presentes en dicho espacio, silvestres y cultivadas, nativas y exóticas.

“Los guaraníes ya cultivaban. Eran cazadores horticultores de floresta subtropical. Ellos no desconocían lo que era cultivar o producir su propio alimento no solo a partir de una recolección sino a partir del establecimiento en un lugar, del uso de esa tierra, de cómo se prepara esa tierra y demás, y sí tenían un repertorio de especies, por ejemplo maíz, porotos, mandioca, zapallo”, explica Roca.

En el contexto de Misiones Jesuíticas se continúa esa tradición de cultivo. Los guaraníes se sedentarizan, es decir, se establecen en un lugar que será la Misión y cada familia tendrá su chacra propia. “El sistema comunitario tradicional se rompe o se transforma, porque por un lado, hay una chacra familiar que es el abambaé y después el tupambaé que son las tierras de todo el pueblo, pero que generalmente se usan para asistir a los ancianos o para la comercialización”, describe la investigadora.

Según los documentos históricos, el huerto “es un espacio exclusivo de los jesuitas en donde tienen los ayudantes que se lo denomina hortelano quienes se ocuparían de este mantenimiento. Ahí hay una cuestión de gustos personales de los jesuitas y lo que cada uno trae de su tierra de origen; hay una combinación de lo nativo con lo exótico traído desde afuera”.

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También es un espacio de experimentación, dice Roca: “Se trata de rescatar los huertos como un lugar de ciencia. Hay que pensar que pudo haber sido el lugar que posibilitó el traslado de los yerbales que estaban lejísimos a las cercanías y alrededores de cada pueblo. Y eso te hace pensar en las consecuencias económicas y consolidación de toda la experiencia misional”.

El huerto de la reducción de Santa Ana es el más apropiado para concretar este proyecto. Este sitio UNESCO está ubicado en Misiones. Los huertos están compuestos por un jardín de hierbas, jardín de flores (la parte ornamental), el huerto frutal y la viña. Los jesuitas trajeron hortalizas y plantas ornamentales y para el consumo. Se observa una sectorización y un manejo del espacio o domesticación del paisaje.

Se espera que esta investigación contribuya tanto a la conservación de los saberes y conocimientos asociados con las plantas nativas e introducidas, como a los espacios físicos que posibilitaron esta experiencia.

“En este momento histórico -Siglos XVII y XVIII- podemos pensar en la globalización de la biodiversidad. A partir de misioneros como los jesuitas o de los viajeros y exploradores, incluso en épocas anteriores, el mundo se completa como mundo y empieza este intercambio a nivel de lo que significan las plantas, de los conocimientos que tienen las comunidades que usan esas plantas, que muchas veces está relacionado a su cosmovisión.

Redescubrir los entornos en un lugar tan rico en naturaleza como es Misiones es muy interesante y creo que podemos vincularnos como humanidad a través de las plantas”, reflexiona Roca.

Avances y metas

Tras el trabajo de campo en la reducción de Santa Ana, el equipo se encuentra en la etapa de procesamiento de toda la información recabada para actualizar los mapas e incorporar nuevos elementos que pudieron identificar. “El espacio del huerto es enorme, el uso o manejo del agua es de una tecnología hidráulica muy de avanzada que empezamos a desmenuzar a partir de la identificación de nuevos tramos del sistema de canalización. Otro de los puntos fuertes son los detalles ornamentales. Hay un plan a nivel arquitectónico y artístico que tiene su correlato en el huerto”, señala Roca.

Además, las actividades desarrolladas dentro de la Paleoetnobotánica y la Arqueología de Jardines, posibilitarán la revelación de su diseño original, a partir de la identificación de estilos e influencias o relaciones con otros jardines históricos. También, permitirán indagar en la cultura material asociada al laboreo de la tierra en el ámbito reduccional, al tiempo que se avanzará en la identificación de etnoespecies mediante análisis arqueobotánicos.

La producción de información específica, asimismo, potenciará el valor turístico del sitio, propiciando el desarrollo local. En este sentido, este proyecto contribuirá con los objetivos del programa a cargo de la doctora Norma Hilgert, que se enfocan en la instalación de un jardín formal que aprovecharía el concepto de los huertos jesuitas, respondiendo de la forma más fiel posible al diseño, colecciones de plantas y función dentro de la vida y gestión misionera.

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A su vez, el equipo trabaja en la concientización sobre el patrimonio. En conjunto con el Taller de Arte Brasanelli brindaron charlas a escuelas contando sobre el trabajo de investigación. Al respecto, Roca señala que “la comunidad de Santa Ana está bastante distante de este sitio patrimonial.

Para ellos es tan familiar que quizás se escapa el valor histórico. A partir de diferentes técnicas para la activación patrimonial, se puede ir cambiando esa percepción del entorno. Es un trabajo de hormiga en el que es fundamental que la escuela acompañe”.

Datos de la investigación

Tipo de beca: Beca Interna Posdoctoral Temas Estratégicos del CONICET
Tema: Huertos jesuíticos: entre el diseño, el diálogo y la experimentación. Arqueología de jardines en el huerto de la misión jesuita de guaraníes de Santa Ana (siglos XVII y XVIII).
Directora: Dra. María Lelia Pochettino – Co- Directora: Dra. Beatriz Rivero

Datos del Programa marco
Programa de Incorporación de contenidos etnobotánicos en el conjunto Histórico-Arqueológico de las Misiones Jesuíticas en la provincia de Misiones (Argentina): Hacia un Jardín Etnobotánico Jesuítico-Guaraní
Directora: Dra. Norma Hilgert – Instituto de Biología Subtropical, Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Nacional de Misiones y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET)
Integrantes actuales: Dr. Esteban Hernández – Bermejo Departamento de Ciencias y Recursos Agrícolas y Forestales (Universidad de Córdoba, España) y Banco de Germoplasma Vegetal Andaluz (Junta de Andalucía, España). Dra. María Lelia Pochettino – Laboratorio de Etnobotánica y Botánica Aplicada, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET). Dr. Pablo Stampella – Laboratorio de Etnobotánica y Botánica Aplicada, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET). Dra. Lorena Salvatelli – Museo Histórico y Arqueológico Andrés Guacurarí

Participantes del trabajo de campo agosto 2019
Dra. Lorena Salvatelli – Museo Histórico y Arqueológico Andrés Guacurarí
M.M.O. Mónica Leyría – Estación Vía Cultural
Sr. Lucas Godoy – Estudiante de Historia UNaM
C.P.A. Fotógrafa Sandra Nicosia – Instituto de Estudios Sociales y Humanos (CONICET-UNaM)
Téc. Zoraida Ferri – Guía de Turismo con orientación en interpretación patrimonial.

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