Se publicó en European Economic Review (), un informe del que se puede leer también un comentario aparecido en Tendencias 21 (*), donde se explica que las nociones respecto a la acción colectiva que se manejaron como válidas en las últimas décadas, se cuestionan como resultado de una investigación llevada a cabo por científicos sociales de la Universidad (pública) de Magdeburgo, en Alemania.

El debate gira en torno de si los agentes (individualmente) pueden asumir compromisos sostenidos (acciones) para resguardar bienes públicos como la democracia, la paz mundial o el clima. Si bien se discute hace mucho tiempo estas cuestiones, se agudizó específicamente en 1965 cuando el economista y sociólogo Mancur Olson, publicó un libro en el que defendía la hipótesis de que los agentes actuarían colectivamente solamente para conseguir bienes privados y no públicos.

Dicha perspectiva respecto a la acción colectiva se volvió dominante en el pensamiento económico. Sin embargo, estos economistas investigadores alemanes han diseñado y realizado un experimento social que cuestiona esta creencia. Lo que hallaron es que un tercio de las personas –que participaron del experimento- están dispuestas a contribuir individualmente a problemas públicos o colectivos como la protección de la democracia, la paz mundial o el clima.

Este experimento de laboratorio es el mayor de su tipo llevado a cabo en investigación económica experimental con la finalidad de comprobar la hipótesis de Olson. Participaron varios laboratorios universitarios a través de Internet, y utilizando un entorno virtual abordaron más de cinco mil temas diferentes.

El resultado al que llegaron indica que las personas (agentes), sin importar el tamaño del grupo (o sistema), están dispuestas a asumir compromisos individuales para conservar bienes públicos como la paz mundial, el clima o la democracia. Por lo tanto, aunque la hipótesis de Olson es que los agentes que participan en grandes grupos no cooperan en tareas de beneficio público si el tamaño del efecto de su participación es pequeño, el resultado de esta investigación afirma lo contrario: sí cooperan, si el contexto es el adecuado.

La explicación de los investigadores es que lo que los agentes consideran valioso no es el tamaño de su propia contribución, sino la relación entre esta contribución y la importancia del agente en el grupo. Es decir, los agentes valoran su compromiso con el bien común (público) por el impacto social de esta contribución: si yo coopero ayudo a los demás y la cooperación de los demás me beneficia a mí (reciprocidad).

Por supuesto esta lógica se aplica a agentes con conductas de intercambio simétrico y no a los agentes –parasitarios- que tienen relaciones asimétricas sin reciprocidad en la interacción (es decir que se benefician de los demás pero ellos mismos no benefician al resto como retribución recíproca: consumen del sistema pero no aportan al sistema de modo equivalente; consumen más de lo que aportan al sistema o, incluso peor, se benefician ellos mismos pero destruyen la posibilidad del beneficio de los otros agentes del sistema).

Los investigadores explican que si lo fundamental de este modelo es que el beneficio de la cooperación debe ser razonablemente accesible (y conocido por los agentes) para que los agentes de un gran sistema asuman conductas de cooperación colectiva, entonces se abre la posibilidad del debate, diseño e implementación de políticas públicas, orientas a gestionar de modo más eficiente recursos escasos y no renovables así como la conservación de sistemas en riesgo o peligro.

Si el contexto es adecuadamente diseñado e implementado, entonces las conductas de cooperación colectiva aparecen.

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(*) Joachim Weimann et al. Public good provision by large groups – the logic of collective action revisited. European
Economic Review, Volume 118, September 2019, Pages 348-363. DOI:
https://doi.org/10.1016/j.euroecorev.2019.05.019

(**) Tendencias 21. Cuestionada la lógica de la acción colectiva. Agosto de 2019. Disponible en:
https://www.tendencias21.net/Cuestionada-la-logica-de-la-accion-colectiva_a45419.html

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