La Ley de Soberanía Alimentaria promueve un modelo de desarrollo sustentable

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Este jueves en la sesión de la Cámara de Representantes de Misiones, se vivió con mucha alegría la sanción de la Ley del que crea el Programa de Soberanía Alimentaria Provincial, que funcionará en el ámbito del Ministerio de Agricultura Familiar. Precisamente, en el recinto estaba presente su máxima responsable, Marta Ferreira, con su equipo de trabajo que desplegó banderas con la consigna “¡Hasta la Victoria Siembren!, al momento de aprobarse la norma.

La iniciativa, autoría del presidente del Bloque de Diputados del Partido Agrario y Social, Martín Sereno, junto a sus pares, Carlos “Cali” Goring, Isaac Lenguaza y Giuliana Perini, propone contribuir al acceso a la tierra regularizada, para fomentar el arraigo y la producción de miles de productores misioneros.

Además, busca garantizar el acceso a semillas nativas e impulsar la implementación de mercados locales solidarios en cada Municipio en el que se propicien los principios de la economía social y la venta directa del productor familiar.

El programa promoverá el desarrollo de la investigación científica y tecnológica en materia agroalimentaria para proteger y enriquecer la agrobiodiversidad.

“La sociedad que queremos se mide en dignidad”

“Esta ley elaborada desde el bloque del PAyS, que ratifica nuestras convicciones más profundas apunta a lograr la soberanía alimentaria y celebro la vanguardia a nivel nacional, porque claramente marca una postura entre dos modelos de desarrollo de los pueblos: uno es el que proponemos con esta ley, y el otro el que tratan de imponer las grandes corporaciones que pretenden transgénicos, desiertos verdes de pinos, de soja, o de cualquier otro monocultivo que atenta contra la vida, contra el suelo y la población.

Sin embargo, el gobierno de Macri lo plantea como un modelo de desarrollo exitoso porque produce muchos dividendos, y por supuesto para muy poca gente”, cuestionó Sereno.

Ante el recinto que lo escuchaba atentamente, ejemplificó sus dichos enumerando que la Argentina produce alimentos para 400 millones de personas; hay 40 millones de argentinos y argentinas, y sin embargo, un tercio de la población pasa hambre.

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“Es decir que es exitoso en cuanto a lo económico; pero la sociedad que nosotros pretendemos no se rige por el dios dinero. Se mide en dignidad, en capacidad de producción, en mejores condiciones de vida, y a eso apunta la soberanía alimentaria”, indicó.

Sostener a las pequeñas unidades productivas

El legislador detalló que Misiones tiene una característica especial con respecto a muchas otras: mantiene, sostiene, promociona y fomenta el minifundismo, es decir las pequeñas unidades productivas.

“Y si no apuntamos a ese modelo de producción es imposible que sobrevivan, y se termina concentrando la tierra en pocas manos, y formando enormes cordones urbanos que van a depender inexorablemente del asistencialismo del Estado”.

El PAyS está convencido de que actualmente con las posibilidades de la provincia en cuanto a tierra, suelo, de capacidad productiva, con lo que producen nuestros campesinos y campesinas trabajando en las chacras, en las colonias podríamos autoabastecernos con alimentos sanos, frescos y baratos. Sin embargo el 80 por ciento de los que consumimos viene de otras provincias y de otros países, y ni siquiera tenemos la certeza de lo que estamos comiendo”.

Uno de los objetivos de la ley es la expansión y fortalecimiento del pequeño y mediano productor; propiciando la disminución de precios de la canasta básica familiar para aumentar la economía familiar de productores y consumidores.

Una norma paradigmática

“Esta Ley es paradigmática -aseveró el diputado Martín Sereno- porque va a sostener y cambiar el modelo de desarrollo promoviendo un modelo sustentable.

Hoy, cuando la ONU declara el decenio de la agricultura familiar; cuando las corporaciones pretenden hacer una ley de semillas y patentar la propiedad de la humanidad como son las semillas, nosotros planteamos la Soberanía Alimentaria Provincial y Local”.

La Ley incentiva ampliar las categorías de trabajo sustentable para cada Municipio; contribuye a alcanzar niveles crecientes de mano de obra y ocupación; contrarresta el traslado de los pequeños productores a zonas alejadas para poder vender su producción.

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Promueve a través de las Comunas, la recepción, confección y asesoramiento de proyectos y análisis de viabilidad de aquellos planes que se destinen al crecimiento autosustentable y apoya la expansión y fortalecimiento del pequeño y mediano productor buscando aumentar la economía familiar de productores y consumidores.

El diputado del PAyS agradeció a la ministra de Agricultura Familiar, Marta Ferreira, y a su equipo técnico por su generosidad; a la presidenta de la Comisión de Desarrollo Forestal, Rosana Argüello, y a sus colaboradores por su predisposición al trabajo y al estudio para dar tratamiento y dictamen al proyecto.

Extendió el agradecimiento a su propio equipo de trabajo en la persona de su asesora legislativa, Valeria Silvestri, con quien analiza los temas en conjunto para elaborar los proyectos, y al pleno que acompañó unánimemente con su voto.

Fortalecer al pequeño productor
La Ley aprobada este jueves en la Legislatura, entiende como soberanía alimentaria el derecho de los pueblos a producir y recibir alimentos nutritivos producidos a través de métodos sostenibles y saludables, así como a definir sus propias políticas y sistemas alimentarios y agrícolas.

En ese sentido, la soberanía alimentaria brinda prioridad a las economías de mercados locales, con la intención de fortalecer al pequeño productor al igual que a los consumidores, ya que la producción de alimentos, distribución y consumo están basados en la sustentabilidad ambiental, social y económica.

También promueve el comercio transparente que garantiza ingresos dignos para todos los pueblos, así como los derechos de las personas consumidoras para controlar su alimentación y nutrición.

En sus argumentos, la norma refiere que asegurará que los derechos de uso y gestión de las tierras, territorios, aguas, semillas, ganado y la biodiversidad, estén en manos de aquellos que producen los alimentos.

La soberanía alimentaria da lugar a nuevas relaciones sociales libres de opresión y desigualdades entre hombres y mujeres, pueblos, grupos raciales, clases sociales y generaciones, expresa parte del texto.

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