Los giros en concepto de Coparticipación que recibió la provincia de Misiones en el mes de marzo registraron la mayor caída desde diciembre de 2015 producto de una recaudación de la AFIP muy castigada por la recesión, la caída del consumo, la devaluación y la incertidumbre.
Misiones obtuvo en marzo 3.229 millones de pesos por Coparticipación -que explica 6 de cada 10 pesos que le ingresan al Estado provincial- lo cual implica una suba de apenas el 34,4% respecto al mismo mes del año pasado. El aumento queda casi 20 puntos por debajo de la inflación del mismo período que se ubicará en torno al 54,4% según las estimaciones privadas.
En enero y febrero de este año la brecha había rondado los 10 puntos. Ahora prácticamente se duplicó.
Nunca antes Misiones había tenido una caída tan grande en su coparticipación. Es decir, una brecha tan importante entre la evolución de los giros que recibe y la inflación. En rigor, bajo el mandato de Macri la Coparticipación cayó durante todo el 2016 y los primeros 3 meses de 2017, pero en abril de ese año empezó a recuperarse y lo hizo sostenidamente durante 15 meses.
Consultados por Economis, fuentes del Ministerio de Hacienda de la provincia reconocieron que la caída es “preocupante” pero también apuntaron un atenuante para la fuerte caída de marzo: hubo diferimientos impositivos que afectaron la recaudación de ese mes. “Sin ese efecto la caída no fue tan grave, la estimamos en 6 puntos”, señalaron en Hacienda.
Como el motor de un avión que empieza a fallar
Sin embargo, el año pasado la crisis cambiaria y la suba de tasas de interés empezó a mostrar sus efectos en la economía, en la recaudación de impuestos de la AFIP y, -por ende-, en la Coparticipación.
Como el motor de un avión que empieza a fallar, primero genera inquietud. Después vuelve a funcionar con normalidad y retorna cierto alivio, hasta que vuelven las fallas y se profundizan, y el avión empieza a perder altura. Entonces, la “preocupación” deriva en “alarma”.
La explicación es simple. La economía cruje y con cierto “delay” va mostrando los peores efectos en la recaudación de impuestos y, a su vez, en el principal ingreso del Estado provincial.
En julio del año pasado la Coparticipación registró su primera caída en términos reales (como se llama cuando no alcanza a empatarle a la inflación). Tras recuperarse en agosto, volvió a caer en septiembre.
Consiguió crecer por encima de la inflación por última vez en octubre, y desde entonces registró caídas en noviembre, diciembre y los dos primeros meses del 2019.
Lo más grave es que este año empezaron a computarse la devolución de 3 puntos adicionales de aquel 15% que se retenía para financiar a la Anses (ya se giran 12 de los 15 puntos). Eso permitió que las caídas de enero y febrero marcaran una brecha de 10 puntos respecto a la inflación. Sin esa devolución adicional la caída hubiera sido superior.
 
Pero en marzo el dato es mucho más preocupante. Son casi 20 puntos. Y sin la devolución extra de lo que antes iba a la Anses serían unos 23 puntos.
El avión empieza a perder altura y lo que antes era “preocupante”, ahora parece derivar en “grave”.
Si los ingresos siguen cayendo de esta forma, también con cierto “delay” el estado provincial se verá obligado a practicar ajustes más severos a los que realizó hasta ahora, como el congelamiento en el ingreso de personal estatal, el recorte en obra pública, la fuerte disminución de la construcción de viviendas o el otorgamiento de paritarias por debajo de la inflación. Esas fueron medidas propias de una situación “preocupante”, ahora el tablero marca que la situación, -si no hay cambios en los próximos meses-, pasa a “grave”.

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Redacción Economis

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