El hall del hotel Julio César está lleno de jóvenes, algunos trajeados y otros con estilo descontracturado. Lo escuchan atentamente mientras es entrevistado e intercambian impresiones sobre sus conceptos antes de su disertación en Posadas.

La corriente “libertaria” entusiasma a estudiantes y profesionales en sus primeros pasos. Ricardo López Murphy es uno de los exponentes de la vieja guardia, aunque ahora está lejos de mostrar la faceta Bulldog con la que se hizo conocido cuando fue ministro de Economía de la Alianza y propuso un severo plan de ajuste para salir de la crisis que acorralaba al presidente radical.

Ese plan incluía arancelamiento universitario y una poda al Fondo Especial del Tabaco, lo que despertó en ese entonces, una fuerte protesta que surgía desde las chacras. Pero el ex ministro insiste en que medidas drásticas eran necesarias, aunque al mismo tiempo advierte que, como consecuencia de las crisis sucesivas, hoy los jóvenes están más interesados en la corriente libertaria que en otras formas de hacer política. 

“Los jóvenes están acá por varias razones: Primero el fracaso del crecimiento del país, el extraordinario fracaso del modelo venezolano, los jóvenes ven que ese camino lleva a un desastre y empiezan a pensar que el camino es volver a la cultura del trabajo, volver a reconocer el mérito y el esfuerzo, volver a la responsabilidad individual y eso está produciendo un cambio. Creo que hay un surgimiento de las ideas de la libertad, de la idea de ganar el pan con el sudor de la frente, ver un país con responsabilidad, con seriedad donde se reconozca los méritos, los esfuerzos. Hoy la gente está agobiada. Creo que en los jóvenes eso se siente más que en los más grandes. 

Usted fue ministro y sabe muy bien de crisis, estuvo en el peor momento de la Argentina. Entre las ideas que tuvo, fue la de recortar el gasto de la política. 

Pero con una crisis muy distinta a la que tenemos hoy. La de aquel entonces se debió a un tsunami internacional, nuestra economía tuvo una contracción que venía del exterior. Ahora no es así, ahora el exterior está bárbaro, las tasas de interés en el mundo son baratísimas, nuestros vecinos están prósperos, tienen poca inflación, ni hablar de los precios de las comoditties. Ahora los problemas son propios. 

¿Y no estamos al borde de una crisis similar a la del 2001?

No. Las circunstancias no son las de aquella época. Hoy no tenemos ninguna dificultad para aumentar nuestras exportaciones, si trabajamos para eso. Estamos en condiciones de tener un extraordinario desempeño energético, tenemos la segunda reserva de gas del mundo. 

¿No le preocupa la deuda?

Me preocupan los déficits, la deuda es producto de los déficit. Yo nunca hubiese tenido los déficit que tuvo el Gobierno. Los déficits son enemigos del crecimiento, son como drogas, son cosas que hacen daño. Son los que compiten con la inversión. Si usted invierte, progresa, si usted genera déficit, retrocede. El día que los argentinos entendamos eso, resolvimos nuestro problema. Hay que ordenar nuestras cuentas públicas como hacen nuestros vecinos. 

¿Y por qué no se pudo hasta ahora?

El Gobierno tuvo la idea de que podía financiar los déficits endeudándose. Yo creo que ese fue un gran error. Heredó una situación muy grave que no la quiso explicar, y no la quiso explicar porque si explicaba tenía que actuar. Creo que el país vive un exceso de gasto que se está corrigiendo y que van a tener que seguir corrigiendo este y los demás gobiernos que vengan. Y la idea de que los gastos se corrigen con impuestos nos tenemos que sacar de la cabeza porque estamos agobiados con impuestos. Es decir, acá hay mucha más gente que vive del Estado que la que trabaja para pagar los gastos, eso no puede ser. 

¿Se perdió una oportunidad con Macri en el poder?

Yo hubiese explicado el problema y normalizado rápidamente la situación. Yo no hubiera seguido esta estrategia. Ahora están corrigiendo pero usted tiene que corregir al principio, no al final, porque es costoso. En el momento en que tiene que ir a elecciones está corrigiendo, no parece muy inteligente. 

¿Usted cree que corre peligro la continuidad de Macri?

Hay que esperar a después de las PASO. Yo no le creo mucho a las encuestas. Pero cualquiera sea el que se tenga que hacer cargo, hay tres cosas que va a tener que hacer: aumentar las exportaciones, subir la inversión privada, y el empleo privado. Crear empleo que pague impuestos. 

Se conocieron los informes del FMI que van en contra de lo que cree el gobierno en cuanto al crecimiento. ¿Puede que el Fondo ya no le crea tanto a las metas?

Al haber pedido auxilio a los guardavidas del Fondo, ese auxilio va a durar muchos años, y por muchos años vamos a estar sometidos a una disciplina distinta a la del pasado, si los políticos dicen otra cosa están mintiendo. Pero yo soy más optimista, creo que el país puede crecer fuerte por una razón muy simple: El pico de la crisis se vivió en el último trimestre del año pasado, el primero de este. La economía, en el cuarto trimestre contra cuarto, ya va a estar creciendo uno y medio por ciento. Para que no crezcamos el año que viene tenemos que hacer una barrabasada, sino simplemente dejando la tendencia vamos a crecer. Normalmente yo espero que la cosecha del año que viene sea mejor que la de este porque los va a agarrar a los agricultores con plata. Veo una explosión de crecimiento alrededor de la toda la producción gasífera de Vaca Muerta, veo una reversión del flujo turístico, antes mandábamos mucha gente al exterior y ahora mandamos poco, eso se está emparejando. Por todas esas razones espero que haya crecimiento. Ahora… la verdad es que lo que tenemos que hacer es acelerarlo y para eso hay que exportar más, hay que invertir más y hay que crear más empleo privado. 

¿Le preocupa la inflación? 

Es muy alta en la Argentina, y mire los vecinos en el pasado tenían inflación como nosotros y ahora ninguno tiene inflación, si ellos pudieron nosotros tenemos que poder. Pero tenemos que tener la disciplina que ellos tienen y la credibilidad que ellos tienen. No tenemos ningún problema grave, ni crisis racial, ni religiosa, ni atómica, ni bacteriológica, pero tenemos que poner un orden básico, en lo fiscal y en lo monetario como han hecho nuestros vecinos. 

¿Si le hubieran hecho caso en 2001 esto no pasaba?

Si me hubieran hecho caso hubiéramos ganado 20 años. No tendríamos estos años de crisis. Pero tampoco tendríamos a estos jóvenes tan interesados en la economía (Risas)

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