¿Cómo quedamos? (La venta de indumentaria en Posadas contada desde adentro)

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La abrupta subida del dólar genera muchos cambios y adaptaciones rápidas al nuevo escenario por parte de empresarios y comerciantes: por un lado se puede ver con optimismo ya que el dólar más caro disminuye la afluencia de consumidores a los países vecinos (desde Posadas puede verse como se acortó la cola para cruzar el puente).
Pero también plantea incertidumbre a futuro: parte de las materias primas y productos vendidos son o tienen componentes importados, y si la devaluación se traslada a los precios, la situación vuelve a cero o peor, dado que los salarios ya fueron fijados en su mayoría. Si se cumple la pauta oficial del 15 por ciento esto implicaría menor consumo, ya que los precios terminarían incrementándose por encima de ese nivel.
Según la Federación de industrias textiles Argentina el panorama es el siguiente:
En 2016 la producción textil sufrió una fuerte caída debido a la contracción del consumo interno sumado al incremento sostenido de las importaciones. Esto conllevó a una pérdida sustancial de la participación de la producción nacional en el mercado interno, a una disminución de la utilización de la capacidad instalada (48,9 por ciento en diciembre de 2016, según INDEC) y a una fuerte caída en los niveles de empleo del sector.
El dato es notoriamente llamativo, quiere decir que se está produciendo la mitad de lo que se podría producir con la capacidad que tiene el país. O sea que podría producirse el doble con lo que hay.
En lo que respecta a las ventas, la Cámara de la Mediana Empresa (CAME), sostiene que han caído en 2016 un 7,6 por ciento anual en el caso de textil blanco (sábanas y toallas) y un 7,8 por ciento anual en productos textiles de indumentaria.
El incremento del desempleo del sector fue la principal consecuencia de la caída en los niveles de actividad. En el último semestre del 2016, la actividad textil acumula un total de 6.650 despidos, 5.750 suspensiones y 1.640 vacaciones anticipadas.
El aumento de las importaciones durante 2016 fue una de las principales causas de la caída en los niveles de actividad de la industria textil. Al respecto, las compras al exterior de productos textiles manufacturados se incrementaron 7,5% al comparar el año 2016 con 2015.
Fuente: Federación de industrias textiles Argentina
Valeria Vik es propietaria de la tienda Nobleza y su experiencia sirve como termómetro para medir el nivel de actividad actual y las consecuencias de la última devaluación.
¿Podemos hacer una cronología reciente del rubro?
Hasta finales del 2010, principios de 2011, fue una época muy buena. Las ventas en cantidades físicas casi duplicaban a las actuales y las perspectivas de todos en el rubro eran ampliaciones u abrir nuevos locales. Posterior a esto tuvimos el fenómeno de que los costos en personal y alquiler se incrementaron muy rápidamente y la baja de consumo hizo que el margen de beneficio obtenido disminuyera a una mínima expresión para mantenerse esperando mejores condiciones.
Las perspectivas actuales parecen mejorar, al menos en mi caso, ya que al mantener contacto con los proveedores no remarcan en el corto plazo. Podremos, mientras esto ocurra, mantener los precios actuales, lo que nos da una gran ventaja ante el sector del consumo que busca combinar precio y calidad, sobre todo si comparamos con los comercios del mismo segmento de calidad de los países vecinos.
¿La ropa que se vende en tu local es nacional?
La confección es nacional, en general las telas son importadas.
¿Un sector del público considera que la ropa en Argentina es cara… a que se debe?
Son muchos factores que considerar, pero vale la pena resaltar algunos:

  • Si la ropa es cara no se debe a un alto beneficio de los comerciantes, primero que hay mucha competencia y permanentemente hay gente que se suma al rubro con lo cual la competencia no permite tener beneficios extraordinarios. Nadie se hace rico con un local o dos de ropa, de hecho, muchos colegas se fueron achicando para sobrevivir este tiempo.
  • El componente impositivo en la indumentaria es alto. Los impuestos superan el 50 % del precio pagado por un consumidor, cuando la presión tributaria media del país es del 37%.
  • Otro punto son los costos laborales que por conocimiento del sector te afirmo que son un 50 % mas caros que en Paraguay, y esto inevitablemente se traslada a la competitividad. De hecho, los dueños de comercios están mas horas frente al mostrador antes de contratar más personal.
  • Cada negocio es un mundo aparte, pero nadie puede salirse mucho del promedio. La utilidad neta de las marcas esta en el orden del 5 % y el de los comercios el 2 por ciento.
  • De hecho 7 de cada 10 locales de indumentaria que se abren, cierra antes del año porque la rentabilidad viene a largo plazo, mantenerse hoy en día implica esfuerzo, atención personalizada consiguiendo ingresos equivalentes a sueldos medianos pero con un importante capital ( principalmente en stock de ropa ) en riesgo.
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¿Black Friday y Reventón estimulan la venta?
Si, por supuesto, pero como lo que se busca es renovar el stock para la apertura de temporadas, se cumple la consigna de precios de liquidación. La gente camina y compara, los que subieron precios antes quedan desplazados del objetivo.
¿Que implica hoy tener un negocio de indumentaria?
Dedicación permanente, creatividad y estrategias para seducir y fidelizar al cliente, no solo tenemos que competir contra el atraso cambiario y su efecto en los precios sino también contra las nuevas modalidades como ser la venta por internet, o sea, solamente sentada detrás del mostrador hoy no se lleva adelante el negocio.

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