Cavallo: “La Base Monetaria no es la mejor guía para influir sobre la inflación”

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A través de su blog personal el exministro de Economía sostiene que la definición de los agregado monetarios no es una simple cuestión semántica pues tiene efectos económicos
En una columna, el exministro de Economía Domingo Cavallo sostiene que “Mi propósito es ayudar a prevenir una crisis monetaria antes de las elecciones. En éste y en algunos próximos posts, voy a señalar algunos inconvenientes que surgen de haber elegido a la Base Monetaria, tal como la define el Banco Central, como guía para la política monetaria”. Y agrega:
Mi propósito es ayudar a prevenir una crisis monetaria antes de las elecciones. En éste y en algunos próximos posts, voy a señalar algunos inconvenientes que surgen de haber elegido a la Base Monetaria, tal como la define el Banco Central, como guía para la política monetaria.
En primer lugar debo decir que la definición que se está usando de Base Monetaria no es conceptualmente muy adecuada. En todos los sistemas bancarios del mundo, incluído el nuestro durante la convertibilidad, la Base Monetaria es la suma de todos los pasivos monetarios del Banco Central. Como en general, los Bancos Centrales no emiten deuda en forma de títulos o bonos, la Base Monetaria es la suma de los billetes y monedas en poder del público (circulación monetaria) mas los encajes bancarios (billetes y monedas en poder de los bancos mas depósitos de los bancos en el Banco Central). Siempre en la moneda local, se entiende.
Pero en nuestro caso, como el Banco Central sí emite títulos públicos (antes las LEBACs, ahora las LELIQs), la Base Monetaria debería incluir el stock de LEBACs y LELIQs, igual que el saldo de las operaciones de pase con las entidades financieras. El argumento de que LEBACs y LELIQs son pasivos monetarios remunerados del Banco Central y por eso se las excluye, no es válido. Gran parte de los encajes de los bancos en el Banco Central, también son remunerados, en realidad se los remunera por el costo de captación de los depósitos de los bancos.
Este problema con la definición de Base monetaria, no es simplemente una cuestión semántica. Tiene efectos económicos sobre el déficit fiscal. Lo voy a explicar.
Si se incluyera el stock de LELIQs en la Base Monetaria, enseguida se advertiría que las LELIQs juegan el mismo efecto contractivo sobre la cantidad de dinero de la economía que los encajes bancarios. Pero los encajes bancarios le cuestan al Banco Central, en el margen, 45% nominal anual, mientras que el stock de LELIQs le cuesta 65% nominal anual. De inmediato surgirá la pregunta ¿Porqué no aumentar los encajes en el monto de las LELIQs y liquidar a éstas? Esta simple decisión permitiría economizar alrededor de 160 mil millones de pesos anuales de intereses pagados por el Banco Central (20% de diferencia entre 45 y 65 multiplicado por el stock de LELIQs, cercano a los 800 mil millones de pesos)
¿Por qué el Banco Central, que tiene gente que seguramente puede hacer o ya ha hecho estas cuentas, no pone en marcha esta forma sencilla de economizar 160 mil millones de pesos al año?
Puede ser por dos razones. Una, porque al haber comprometido una meta de 1.300 mil millones de pesos para la Base Monetaria, incluir las LELIQs o aumentar los encajes legales por una cifra equivalente, la nueva Base Monetaria pasaría de 1.300 a 2.100 miles de millones de pesos y el Banco Central, aparecería violando el compromiso de mantener la Base Montaria constante. Por supuesto, que sería muy fácil explicar la razón del cambio y demostrar que de ninguna manera se trata de una violación del compromiso asumido desde el 1 de Octubre de 2017.
Otra explicación podría ser el deseo de no reducir la rentabilidad de los bancos en 160 mil millones de pesos anuales. Algo más de 4 mil millones de dólares. En realidad, si bien es cierto que en teoría los bancos podrían aumentar el margen financiero (la diferencia entre la tasa a la que prestan y la tasa a la que captan los depósitos) y de esa forma mantener sus márgenes de rentabilidad, no deja de ser cierto que frente a la escasa demanda de crédito por parte del sector privado solvente, puede ocurrir que los bancos no puedan subir más la tasa de interés activa. Podrían sí, bajar la pasiva, aunque la competencia entre bancos para captar depósitos, reducirá esta posibilidad.
En definitiva, la economía de los 160 mil millones de pesos, muy probablemente se haga a costa de la rentabilidad bancaria. Pero, teniendo en cuenta cuánto estan sufriendo las empresas no bancarias, grandes, medianas y chicas, no parece muy injusto que algún sacrificio también hagan los Bancos.
Continuará…

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