¿Y dónde están?
“Vos no me tenés que preguntar qué pasó con los puestos de los 50.000 ñoquis que se fueron del Estado. Me tenés que preguntar sobre los miles de puestos de trabajo que se crearon cuando nosotros le devolvimos dos mil millones de dólares a los argentinos, que hoy no se los tenemos que cobrar porque no tenemos que pagar esos 50. 000 empleados. ¿Me seguís?”
-Sí, ¿pero se crearon esos puestos?-
-Pero por supuesto que sí.-
–¿Y dónde están? Si hay más desocupación hoy… y por qué la tasa de desocupación subió?
-Porque hay más gente buscando trabajo-.
El tenso cruce se dio entre el ministro desregulador, Federico Sturzenegger y Luis Majul, puesto en “abogado del diablo”. El perenne funcionario del ajuste y la motosierra, respondió que no, que no hay más desocupación, que hay más empleo en la Argentina: 13,3 millones en el primer trimestre contra 13,1 millones en el primer trimestre del año pasado, dice.
Los números son correctos. Pero esconden que al cuarto trimestre de 2023, la población ocupada era de 13,5 millones. Es decir, en la era Milei se perdieron más de 200 mil empleos. Y los “ñoquis” del Estado explican apenas una parte. El sector “Administración pública, defensa y seguridad social obligatoria” es el más afectado en términos de pérdida de puestos de trabajo, con una disminución de 138.617 trabajadores.
Entre noviembre de 2023 y abril de 2025, la cantidad de empleadores cayó en 15.557 casos. En el mismo período, se perdieron 237.445 puestos de trabajo registrados (-2,41%).
Es cierto que hay más gente buscando trabajo. En el mismo período que toma Sturzenegger, el empleo informal pasó de 5.351.000 casos a 5.575.000, con un pico de 5.712.000 en el cuarto trimestre del año pasado. La tasa de informalidad creció dos puntos desde los 40,8 del primer trimestre del año pasado.
Pero más allá de los números relativos de Sturzenegger, la picante pregunta de Majul es síntoma de algo más profundo, aunque todavía un tanto difuso: comienza a cuestionarse la solidez del modelo motosierra, incluso entre aquellos que hasta hace algunas horas aplaudían a rabiar. Primero fueron los gobernadores, hastiados del ninguneo y de soportar las consecuencias del ajuste sin siquiera ser reconocidos. Los gobernadores hicieron una jugada magistral al plantear una distribución automática de los ATN y el reparto directo de la recaudación del impuesto a los combustibles. Ninguna de las dos iniciativas, que ahora deben ser ratificadas por Diputados, aumenta los gastos. Pero Milei acusa a los gobernadores de pretender “romper todo”. “Son unos perversos”, acusó ahora a los mandatarios por “subir impuestos cuando la Nación los baja”. Fue en el Jockey Club, donde fue a alentar a la “élite” a que se haga cargo de la “reconstrucción” del país.
Sin embargo, la acusación no tiene mucho asidero. Lo cierto es que la presión fiscal de la Nación aumentó y en las provincias se redujo.
En el caso de Misiones, en el primer trimestre de 2025, logró sostener un desempeño fiscal positivo. La provincia registró un superávit financiero del 9,7% de sus ingresos totales, uno de los más altos del país y por encima del promedio nacional (7,4%). También mostró un resultado primario superavitario del 9,8%, en línea con su desempeño del año anterior.
Los ingresos totales de Misiones crecieron un 13,9% interanual en términos reales, ubicándose en $830.205 millones, mientras que sus gastos crecieron a un ritmo levemente superior, del 14,5%, alcanzando los $749.593 millones. A pesar de este mayor dinamismo del gasto, Misiones logró mantener sus cuentas ordenadas, consolidándose como una de las jurisdicciones con equilibrio fiscal sostenido.
En el contexto regional, el desempeño misionero contrasta con el deterioro fiscal de sus vecinos del NEA. Corrientes fue la provincia con el resultado más negativo del país: cerró el trimestre con un déficit financiero del 9,0% y un déficit primario del 8,9%, tras un aumento explosivo del gasto (39,5%) que superó con creces el crecimiento de sus ingresos (16,4%). El radical Gustavo Valdés se juega el todo por el todo a que su hermano Juan Pablo lo suceda en la gobernación.
Chaco, gobernado por Leandro Zdero,otro radical aliado de Milei, también revirtió su resultado positivo del año anterior y terminó con déficit financiero del 3,1% y primario del 0,1%, a pesar de haber registrado una suba de ingresos del 19,7%.
Por su parte, Formosa, en manos de Gildo Insfrán, mantuvo superávit financiero (6,9%) y primario (6,9%), aunque también aceleró fuertemente su gasto (37,8%), compensado por un aumento similar de los ingresos (18,2%).
En el balance acumulado de los últimos doce meses, Misiones muestra una posición sólida: exhibe un superávit financiero del 1,3% y primario del 1,5%, muy por encima del resultado de Chaco (déficit financiero de 8,5%) y Corrientes (déficit de 2,7%). No todos son gastadores. Misiones inició el camino del equilibrio fiscal mucho antes de que sea urgencia y sin resignar respaldos a la economía real. De hecho, en el año y medio de Milei tuvo que hacerse cargo de lo que Nación dejó de financiar y aún así se sostiene el equilibrio.
No es en lo único que Misiones hace punta en la región. Durante junio de 2025, la provincia de Misiones registró exportaciones por 50 millones de dólares, consolidándose como la economía más dinámica del nordeste argentino en el comercio exterior. En el acumulado del primer semestre, alcanzó un total de 261 millones de dólares, lo que representa más del 40% del total exportado por toda la región NEA, que sumó 639 millones. Es el mejor primer semestre de la historia para Misiones. El dato del primer semestre es el mejor de la historia para Misiones.
El desempeño de Misiones se distingue no solo por el volumen exportado, sino también por su perfil productivo: a diferencia de sus vecinas, presenta una fuerte participación de manufacturas. En junio, el 68% de sus exportaciones correspondió a productos industrializados: 20 millones de dólares en manufacturas de origen agropecuario (MOA) y 14 millones en manufacturas de origen industrial (MOI). Los productos primarios -como yerba mate sin procesar, té a granel o madera en rollo- representaron 16 millones de dólares.
En contraste, provincias como Chaco evidencian una fuerte primarización de su matriz exportadora. De los 44 millones de dólares exportados en junio, 38 millones correspondieron a productos primarios, principalmente granos y algodón sin procesar. Sus ventas industriales fueron nulas, con apenas 5 millones en MOA y sin registros en MOI. Corrientes también muestra un perfil primario, con 16 millones en productos primarios, 10 en MOA y solo 3 en MOI. Formosa tuvo el desempeño más bajo: exportó apenas 4 millones, todos correspondientes a productos primarios y una mínima participación en MOA.
Estado sin deudas, con equilibrio fiscal y fuerte respaldo a la economía. Misiones se distingue sobre el resto. El gobernador Hugo Passalacqua confirmó un programa que fomenta las exportaciones con líneas específicas según el grado de experiencia de la empresa y el puerto de salida, con bonificaciones de hasta el 100 % en gastos logísticos y reintegros que alcanzan el 70 % del flete interno en el caso de primeras exportaciones. Además, ofrece acompañamiento técnico personalizado para facilitar el acceso a nuevos mercados internacionales.
Sin embargo, Milei repite el discurso de gobernadores gastadores sin lugar a la repregunta.
Ahora las entidades rurales comprendieron que la promesa de eliminar las retenciones fue sólo eso, una promesa. El presidente Javier Milei se encargó de dejar claro que por ahora no tiene intenciones de dejar de recaudar con la soja y los granos. Desesperados por la falta de dólares, en el Gobierno esperan que los exportadores liquiden 4.300 millones de dólares ya declarados y en especial que liquiden los 12 mil millones de dólares que tienen en las silobolsas. El campo se quejó de la falta de rentabilidad y por el mal estado de las rutas abandonadas a la buena de Dios por Vialidad Nacional, que por ahora sobrevivió al desguace, pero desde que asumió Milei no tiene recursos.
Incluso las consultoras financieras, como Moody’s, al mismo tiempo que alientan la toma de deuda, advierten que la acumulación de reservas está siendo ficticia, dependiente de los desembolsos del FMI y multilaterales, y no del superávit externo genuino. Del equilibrio fiscal se puede decir lo mismo: buena parte está financiado por cuentas sin pagar.
En esa línea, las evaluaciones favorables sobre el Gobierno cayeron en julio entre dos y tres puntos. En la misma escala aumentó la desaprobación neta de la gestión global. Siguen siendo peores, no obstante, las evaluaciones sobre los aspectos no económicos de la gestión, que se deterioran a una velocidad mayor.
Según la consultora Analogías, la imagen positiva del Presidente (44%) cayó 4 puntos en el mes y tiene un claro diferencial negativo de 5,5 puntos (50%). Los encuestados son muy críticos con sus modos y formas de comunicación: mayorías contundentes no acuerdan con ellas (73%) por considerarlas “violentas” (66%).
En los últimos dos meses hubo un quiebre en las evaluaciones que se hacen del ajuste como mecanismo de resolución de los problemas estructurales de la Argentina. La percepción y perspectiva del nivel de conflictividad crece en línea con esas evaluaciones.
A poco más de tres meses de la elección nacional, la desafección y falta de vocación para ir a votar presenta un sesgo socioeconómico femenino, humilde y de mayor edad que afecta diferencialmente al peronismo pero el corte sociopolítico no es para nada concluyente en el mismo sentido. De hecho, el 40% de los que manifiestan que no van a ir a votar están encuadrados en los segmentos oficialistas, el 33% en los segmentos opositores peronistas y el restante 27% en el segmento “del medio” en el que casi el 30% responde que no va a ir a votar.
Está claro que el Gobierno tiene chances de imponerse en las elecciones, sobre todo si obtiene un buen resultado en Buenos Aires, pero parece haberse resquebrajado el blindaje de los primeros meses.
La palabra presidencial se ha devaluado en modo acelerado. La violencia de sus mensajes es lo más cuestionado en los sondeos. No todo es válido. Sin embargo, hay quienes toman el ejemplo. En el Senado, donde fue invitado oportunamente por el neolibertario Martín Goerling, Ramón Amarilla, flamante diputado electo, se quejó de que en Misiones “se vive una dictadura”. Lo dijo livianamente el diputado electo por la oposición, sin mencionar, claro está, que estuvo preso por liderar un grupo de forajidos armados que intentó paralizar una ciudad, amenazó a funcionarios elegidos democráticamente y conspiró contra el poder político para imponer sus condiciones. Tampoco hubo repreguntas en la comisión integrada entre otros por Gerardo Milman, sospechado de pergeñar el atentado contra Cristina Fernández.
No debería ser tan liviano decir “dictadura”. El sentido vale. La palabra tiene mucho peso.
El diputado Oscar Herrera Ahuad lo tiene claro. Por eso encaró una campaña territorial que lo tiene como protagonista de diversos mano a mano. Desde un tarefero a un empresario. Escuchar. Atender. Entender.