¿Y ahora qué?

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Y ahora que decimos que no se haya dicho (durante las ultimas semanas todos nos volvimos expertos en finanzas, hasta en los recreos de la escuela primaria se está hablando de lebacs, botes, tasa FED y valor del dólar).
Pero bueno esta es Argentina, y al menos en los momentos que estoy escribiendo esto hay signos de que ha pasado temporalmente la crisis financiera. Eso si, nos dejó con menos reservas, mas deuda del Banco Central y del tesoro Nacional y más tasa de interés; pero pasemos a observar los efectos que esto puede tener en la economía de la gente.
Contexto:
Lo que paso todavía puede considerarse “casi” en su totalidad una crisis financiera. O sea que no impactó en gran medida en la  economía real, para ello si tomamos el índice de actividad de la reconocida consultora OJF nos encontramos que mientras todos buscábamos lebacs y tasas en las noticias, la actividad real silenciosamente creció un 3,1 % en marzo y en el primer trimestre del año un 5 %. Por supuesto que el segundo trimestre después de todo esto quizás no tenga un número tan relevante de crecimiento.
Esta semana se conoció el dato de inflación de abril, el cual terminó siendo un 2,7 %; la más alta del año. Con esto se acumula en el primer cuatrimestre del año un 9,6 %. Para cumplir la meta esperada por el gobierno, en los dos cuatrimestres restantes debería ser un 5,4 %, el tema es que, para ensombrecer más el panorama, la inflación de abril fue antes de la corrida, o sea que después de un 24 % de devaluación mayo y los meses venideros no van a ser muy alentadores.
Entonces, lo primero que dejo esta crisis es una devaluación, centrémonos en esta variable ya que suele ser la que impacta de manera mas inmediata en la economía real:
En general el manual ( incluido el del actual vicepresidente del Banco Central escrito conjuntamente con el actual Secretario de Comercio Miguel Braun: Macroeconomía Argentina isbn 9789500760928 ) dice que las devaluaciones son beneficiosas ya que mejora la competitividad del país al disminuir las importaciones, aumentar el monto en pesos de las exportaciones ( ya que las cantidades dependen de lo que nos quiera comprar el mundo y no de nuestra devaluación ) y también porque el gasto en dólares, principalmente el del estado y los salarios se reducen siempre que no ocurra el fenómeno pass trough= pase a precios de la devaluación.
A esto debemos sumarle que se incentiva la sustitución de importaciones porque ahora son mas caras y en caso de incrementarse también las exportaciones genera más empleo en estos sectores transables de la economía (exportaciones y sustitución de importaciones ).
Ahora en particular y observando los textos locales ( Marcelo Diamand, Carlos Diaz Alejandro entre otros) nos podemos encontrar con que las devaluaciones son recesivas mas que expansivas a pesar de que mejoran el saldo comercial. O sea, lo que no tiene en cuenta la teoría en general es la redistribución del ingreso que genera una devaluación. Si hay déficit comercial, y es el caso de la Argentina ya que en el 2017 tuvimos el mas alto de los últimos 20 años, la devaluación es recesiva ya que se dejan de consumir muchos bienes importados que se encarecen, que es el mismo efecto que recorten los sueldos.
Por otro lado si se consumen productos locales que se exportan, o se exportan su materia prima ( caso trigo, maíz, girasol que pasan a ser harina, pan, aceite ) estos también van a aumentar dado que los empresarios vendiéndolos afuera ganarían mucho más después de la devaluación, por ende solo venderían dentro del país si les pagan el precio igual que en el exterior, o sea mas alto post devaluación. Las famosas y dejadas de lado retenciones son un instrumento muy útil para evitar o al menos para minimizar el aumento de precios de productos exportables después de una brusca devaluación.
La única manera de que no se produzca la recesión es aumentando los sueldos de manera similar a la devaluación, con lo cual esta no tendría sentido y todo volverá a ser como antes para empezar de nuevo el circulo vicioso: Pérdida de competitividad- Devaluación- aumentos de sueldo-Pérdida de competitividad- etc.
¿Entonces no hay salida?
Curia en su libro EL MODELO DE DESARROLLO EN ARGENTINA ISBN: 9789505578733 nos da una esperanza en el sentido de que si devaluamos es seguro que los salarios se resienten, pero como devaluar trae competitividad, esto con el tiempo aumenta el
empleo y al aumentar el empleo los sueldos vuelven a subir, pero de una manera más consistente ya que crecen a la par del desarrollo productivo que se dio lugar por la devaluación.
Esto es un poco lo que paso los primeros años de la década pasada donde la devaluación achico los costos en dólares del país (incluido sueldos) y esto permitió a través de los superávits gemelos (comercial y fiscal) crecer a las tasas mas altas de nuestra historia (también ayudo un contexto internacional único), pero hoy el mundo crece nuevamente.
Cerrando, todos sabían que se venia un ajuste, no lo hiciste por recorte, te lo hizo el mercado por devaluación, es traumático pero una vez nos dio el puntapié para crecer, quizás el Banco Central debería combinar un poco su política de metas de inflación con una de tipo de cambio alto y estable. Se puede, depende de la capacidad de la conducción política y económica del país volver a colocarnos en la senda del crecimiento.

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