Los nombres y las discusiones antes del plan octubre

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Por Bernardo de Irigoyen, el extremo oriental del país, ingresa una flamante autopista digital mucho más potente que la que llega a Misiones desde Las Toninas, con capacidad para alimentar a 26 millones de personas, en todo el norte argentino, sur de Brasil, Paraguay y norte de Chile. La presentación de la bautizada Red Capricornio estuvo cargada de simbolismo político: son pocas las acciones que nacen y se concretan sin pasar por el puerto de Buenos Aires. Son pocas las inversiones que se desarrollan sin depender de un decreto presidencial y acá hay un paquete de cien millones de dólares, financiado por Misiones, Chaco, Formosa y el sector privado.
Y los gobernadores protagonistas, Hugo Passalacqua, Domingo Peppo de El Chaco y Gildo Insfrán, lo hicieron notar. “Es un hecho político fundante de algo que está por venir”, destacó el gobernador misionero en la calurosa siesta de Bernardo de Irigoyen. El mandatario destacó la coincidencia con sus pares con quienes “en estos tres años y medio trabajamos codo a codo, custodiando nuestro federalismo”.
Estamos en un pantanal”, definió Passalacqua al contrastar la iniciativa de las provincias con la situación del país. No fue el único. Insfrán fue más duro inclusive y recordó que la autopista virtual comenzó a gestarse “cuando se pensaba en un gobierno para todos”, en alusión al mandato de Cristina Fernández.
Passalacqua mostró sutileza al nombrar a sus colegas como “amigos”, cuando desde la Nación suele bajar un mensaje demonizador, especialmente con el formoseño, pero que se puede extender a cualquier “cacique del interior”, despreciado por la política centrista.

Pocas horas después, el vicegobernador y candidato a gobernador, Oscar Herrera Ahuad ratificó que la salud y la educación seguirán al frente en la lista de prioridades, pero anunció que si es electo, fortalecerá los recursos destinados a la producción. “El agro no puede depender del Fondo Especial de Tabaco. Ahí vamos a hacer hincapié”, prometió.
También adelantó que buscará potenciar la industria metalmecánico, que hoy de manera incipiente está exportando. “Los puertos de Posadas y Santa Ana marcará un antes y un después. También estamos trabajando con los bitrenes y hay que fortalecer la ganadería. Durante años financiamos con los peores resultados por falta de trazabilidad y hay que ser más riguroso”, remarcó.
Y recordó: “Arrancamos la gestión (en 2003) con dos presupuestos abajo de deuda y no fue fácil”.
Lo conseguido y la proyección de lo que se pretende conseguir, contrastan con la cadena de improvisaciones que reina en la economía nacional. La inflación domina la escena y ninguna de las recetas probadas es la acertada. La preocupación por la extensa crisis económica crece en la misma proporción que el desencanto con la promesa de “podemos vivir mejor”, sobre la que se sustentó la idea del cambio.
El presidente Mauricio Macri, cada vez más abajo en las encuestas y lejos de la comodidad de un tiempo electoral apacible, dio otra muestra de un modo de comunicar inexplicable en momentos de crisis: en lugar de tomar las riendas de la situación y presentar él mismo los “paliativos”, eligió el estilo PRO para mostrarse con una vecina a la que ya había visitado en 2018. Con una cámara titubeante y una puesta en escena básica, Macri deslizó algunas medidas: “Necesitamos todos un alivio”, proyectó ante la mujer que no llega a fin de mes pero lo sigue apoyando. Después, fue a descansar a Córdoba durante el extenso feriado de Semana Santa.
Fue quizás la peor pieza comunicacional que haya parido el gurú Durán Barba y no por la mala calidad de la imagen, sino por que trajo a la memoria de otras crisis no tan alejadas en el tiempo.
 
Las medidas anunciadas son también un desembozado plan para llegar a octubre. Ni más ni menos. Seis meses. Seis meses que apenas alcanzarán para aplacar (un poco) la inflación, pero que no cambiarán en nada la situación de los cientos de miles que ya no llegan a fin de mes agobiados por la pérdida de poder adquisitivo y la pérdida de puestos de trabajo.
El plan kirchnerista se anunció de apuro, después de conocerse el dato de la inflación que sorprendió al más negativo: se esperaba 4 por ciento. Terminó siendo 4,7 por ciento, con los alimentos y los sectores controlados por el Estado como puntas de lanza de los aumentos.  Fue la inflación interanual la más alta desde enero de 1992, con un acumulado de 55 por ciento, apenas superada por el 76% anual registrado en el comienzo de la Convertibilidad.
Como medida central, el Gobierno decidió congelar los precios por seis meses de un puñado de productos seleccionados que previamente acumularon subas siderales: la canasta básica aumentó  62,3 por ciento en los últimos doce meses.
Pero, como durante el Gobierno anterior, nadie cree que la herramienta funcione. Siquiera el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, quien horas antes del anuncio formal, aseguraba que “el Gobierno no cree que congelar los precios por decreto o por ley lleve a resolver el problema de la inflación”. “Históricamente los congelamientos de precios han terminado mal”, reforzó. Finalmente, en el Informe de Política Monetaria, el presidente del Central celebraba que “se está avanzando en la reducción de la inflación sin recurrir a atajos como el atraso cambiario o tarifario”.
El ministro de Economía, Nicolás Dujovne, encargado de anunciar el Plan Llegar a Octubre, tampoco tiene mucha fe en los precios congelados. “Creo que el acuerdo de precios es relato. Si va en serio, tipo cepo, no salimos más. Habrá brecha entre Higienol oficial y blue”, decía hace no mucho, en 2013. Ahora, en cambio, confía en que resultará porque “hay un pacto de caballeros” con el sector empresario.
Como sea, los precios congelados representan poco en una canasta básica devaluada y se enfocan en los sectores de más bajos recursos y… del Área Metropolitana de Buenos Aires. Solo hay un puñado de supermercados que adhieren en las provincias -California es el único supermercado en Misiones, además de los hipermercados-.
El asado, por ejemplo, prometido a 149 pesos, solo se conseguirá en el Mercado Central de Buenos Aires. Y, desmenuzando, los frigoríficos exportadores acordaron vender 120.000 kilos por semana de asado, vacío y matambre a 149 pesos el kilo (precio final), pero 120.000 kilos de asado por semana a un promedio de 3 kilos por familia son 40 mil familias, lo que equivale al 0.01 por ciento de la población. La matemática aporta otro dato: representa 700 kilos por día por provincia, lo que se reduce a 0,7 gramos por misionero. La carne, por cierto, aumentó 70 por ciento en el último año.
Lo mismo sucede con las tarifas eléctricas, de gas o transporte. El compromiso de la Nación es únicamente con los servicios que maneja directamente… en el Gran Buenos Aires.
Aclara Dujovne que si aparece algún aumento en las facturas, dependerá de las Provincias. Olvida, claro, que buena parte de la inflación acumulada obedece a la liberación del precio de los combustibles, a los tarifazos eléctricos -de los cuáles siguen firmes (para las provincias) dos más-. Dato: Misiones pagaba 15 millones por mes a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico. En octubre del año pasado eran 100 millones. La última factura vino por 500 millones. Pero la culpa es de las provincias.
En el paquete de “paliativos”, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley incluyó nuevos créditos para beneficiarios de AUH y Anses, los más complicados en por la pérdida de poder adquisitivo. Pero no se propone mejorar sus ingresos, sino que se endeuden a tasas promedio del 40 por ciento, apenas un poco menos que las “usurarias” del mercado. Rara compensación.
Si no para el consumo, hay elementos positivos para el sector empresario. Se acorta a 10 días el plazo en el que los comercios reciben el dinero de las ventas que hacen por tarjeta de crédito y los bancos deberán dejar de cobrar comisión (de entre 1% y 2%) a las pymes por recibirles el efectivo.
También se eliminan retenciones a las empresas que exporten por encima de promedio 2018. La medida sólo es aplicable para exportadores de menos de 50 millones de dólares por año, por lo que buena parte de las pymes misioneras serán beneficiadas.
No hay que entender el Plan Llegar a Octubre en código económico, sino en código político. El objetivo es mejorar la perfomance electoral del Gobierno, que hoy está más en duda que nunca. Hasta ahora Cambiemos acumula cinco derrotas al hilo y una sexta si se toma al candidato macrista en la interna pampeana. Y no son apenas derrotas:
San Juan: segundos a 25 puntos
Neuquén: terceros cómodos
Chubut: terceros cómodos
Río Negro: terceros cómodos (con apenas 5%)
Entre Ríos: pasaron de ganar por 15 puntos hace dos años a perder el último domingo por 15 puntos, en una apuesta que involucró al propio Presidente.
Misiones hace sus aprestos para el 2 junio. En horas se conocerán los candidatos a diputados y ya se oficializaron los aspirantes a intendentes y concejales de los 76 municipios. Curiosamente, Cambiemos (Juntos por el Cambio), había sido la alianza con mayor cantidad de sublemas inscriptos. Pero en pocos días se desinfló y logró anotar candidatos para solo para 231, un centenar menos que los iniciales.
De todos modos, la expectativa está puesta en las listas de diputados. En el Frente Renovador desde hace tiempo que se sabe la fórmula entre Oscar Herrera Ahuad y Carlos Arce y que Passalacqua encabezará la lista y el presidente de la Legislatura, Carlos Rovira sería el tercero. El segundo lugar será para la abogada y presidente de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura en Misiones, Rita Núñez y el cuarto para la abogada feminista Anazul Centeno. El quinto puesto sería para el intendente de Garuhapé, Avelino González y el sexto para Soledad Balán, ex Techo y dirigente de Podemos. La seguirían el actual diputado nacional Jorge Franco y la actual diputada Silvia Rojas, que buscará su reelección. Por el sector productivo tabacalero aparecen Ramón Omar Olsson, presidente de la Asociación de Plantadores de Tabaco de Misiones -más atrás el yerbatero Julio Peterson-. En décimo lugar estaría Adriana Bezus -con larga militancia en el Frente para la Victoria-. En el puesto 12 estaría Laura Duarte y se menciona a Héctor Llera, Lucas Romero Spinelli y la joven Yamila Ruiz.
El Superior Tribunal de Justicia finalmente dejó en manos de la alianza Cambiemos la definición de los candidatos del radicalismo en eterna interna, pero hasta anoche no había certezas sobre los nombres que ofrecería el partido intervenido a pedido de sus propias autoridades para no tener que validar su conducción.
Para armar la lista descabezarán la delegación de Migraciones. Al frente irá el radical Jorge Lacour -Iguazú-, secundado por Roxana Velázquez -PRO, Posadas-. Tercero irá Jorge Ratier por su reelección y cuarta Gabriela Szyszko, actual secretaria del bloque PRO de la Legislatura. En quinto lugar irá Héctor Falsone y después Cintia Cardozo, ex concejal de Concepción de la Sierra.
Los socios PRO reniegan de los radicales que no se bancan sostener en alto siquiera el nombre Cambiemos. Los candidatos radicales que se presentaron por Posadas lo hicieron apenas con sus nombres y los locales carecen de identificación que los vincule con la palabra Cambiemos. Problema a resolver puertas adentro, cuestionan los macristas más duros.
En el Frente Popular, Agrario y Social, todavía no tienen la lista cerrada. Pero el sábado se oficializó a Héctor “Cacho” Bárbaro como compañero de fórmula de Isaac Lenguaza, cerrando cualquier especulación de una alianza con Unidad Ciudadana, al menos para junio.
Pero, en definitiva, lo que se pone en juego en este mes y medio que queda de campaña, es cómo proteger a los misioneros de las consecuencias de la crisis. No está en debate el plan llegar a octubre ni los precios congelados. La discusión es sobre Misiones y su rumbo.

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