Más de treinta Universidades se reunieron en el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología para compartir cómo diseñaron sus propios Planes de Desarrollo Institucional a partir de una Convocatoria de la Secretaría de Políticas Universitarias.

Los proyectos surgen de una iniciativa que impulsa la Secretaría de Políticas Universitarias desde el año 2016, teniendo en cuenta que gran cantidad de universidades no contaban con una planificación integral, sino que cada una de sus unidades académicas trabajaba sin articular entre ellas.

“Desde que iniciamos esta gestión nos propusimos que todas las acciones y programas que lanzáramos los pensáramos en términos de planificación estratégica y coordinación del sistema universitario”, comentó Pablo Domenichini, Secretario de Políticas Universitarias en la apertura del encuentro junto con Agustina Peretti,Ccoordinadora del Programa de Calidad Universitaria. “Hoy – continuó- con la complejidad y velocidad que se están dando los cambios en el mundo, necesitamos que nuestras universidades se repiensen constantemente. Debemos planificar más allá de la coyuntura y mirar el mediano y largo plazo”.

Las Convocatorias de Apoyo al Desarrollo Institucional I y II tuvieron como objetivo acompañar a las universidades para que, en el marco de su autonomía, pudieran pensarse a sí mismas, diagnosticar su situación y planificar hacia dónde quieren ir. Luego, la cartera educativa nacional acompañaría con programas de apoyo acordes con esos objetivos instituciones.

En la primera convocatoria fueron seleccionados 24 proyectos de universidades nacionales de gestión pública, y en la segunda edición se sumaron 10 nuevos proyectos, que involucró también a universidades provinciales, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y el Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP).

Mariana Foutel, de la Universidad Nacional de Mar del Plata, relató que eligieron un planeamiento en vistas al año 2030, porque “de ese mismo modo lo planificó nuestra ciudad y creímos importante proyectarnos tal como lo haría la comunidad a la cual nos debemos”. Además, rescató que “en este proceso logramos tener una gran interacción con cámaras empresariales, organizaciones de trabajadores, medios de comunicación y vecinos. Especialmente con jóvenes de los barrios más alejados, con quienes quisimos evaluar si la percepción de inclusión que ellos tenían sobre la universidad era igual a la que nosotros aspirábamos en el diseño de nuestras políticas”.

Sobre el caso de la Universidad Nacional de Córdoba, Sergio Obeide explicó que “se trataba de una universidad masiva y sin tradición de planificación. Entonces, el desafío fue entender que no debía ser un esfuerzo puntual, sino parte de un proceso más amplio, que relacionara la planificación con la formulación presupuestaria, la ejecución de las acciones y la evaluación institucional. En definitiva, nos propusimos tratar de institucionalizar un ciclo de gobierno crecientemente virtuoso”.

Por último Alicia Borein, Rectora de la Universidad Nacional de Misiones, explicó que confeccionar un Plan de Desarrollo Institucional les permitió “establecer prioridades, y proyectarnos hacia un plazo de ocho años”. Hoy, dijo, “constituye una gran herramienta estratégica para tomar de decisiones”.