¿Quién es el hombre que a los 87 años diseña una inversión de más de cien millones de dólares en Misiones?

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87 años. Y diseña un plan de inversiones millonario, que puede cambiar la matriz energética de Misiones y generar un flujo de dinero que transformará cientos de chacras en la zona centro de la provincia. 87 años y ni la más mínima posibilidad de detenerse. “Paran los que ya se quedaron quietos”, ríe. 87 años y Fermín Bernasconi sigue pensando en calderas y en cómo generar y aprovechar energía limpia, su obsesión.
La idea surgió hace cinco años, cuando se enteró de una planta energética que estaba a punto de prender los motores en Burdeos, Francia, con un combustible poco habitual: la basura. Compró los boletos de avión y viajó para sacarse las dudas y ver in situ la puesta en marcha de la planta. Habló con los propietarios y se asoció para convertirse en la representación en América del Sur y, por supuesto, Argentina. Desde entonces buscó la manera de replicar la planta y traer la tecnología necesaria para ponerla en Misiones.
Por lo pronto, no será con basura, ya que no hubo acuerdo con la empresa que gestiona la basura en Misiones, pero el sueño está a un paso de concretarse con biomasa forestal. La empresa Biolip, de la que Bernasconi es vicepresidente, con capitales franceses y argentinos, invertirá en Puerto Rico la friolera de 105 millones de dólares para la puesta en marcha de la planta, que demandará unas 600 toneladas diarias de residuos forestales. Será, de este modo, la inversión más grande de los últimos años.
“Estamos comprando forestaciones en la zona para tener capacidad de suministro propio de nuestra materia prima, porque este negocio es muy sensible a la falta de producción. Un día de no producción y perderemos 150 mil de dólares”, dice con simpleza, como si los números no fuera, en realidad, tan grandes.
¿Cómo surge la idea de semejante inversión?
Cuando me entero de una planta que consumía la basura de toda la zona y generaban electricidad, me pareció tan fantasioso, que dije: “Tengo que verlo”. Me tomé el avión y me fui. Llegué el día que ponían en marcha la planta, o sea que era verdad y, está andando. Y desde ese entonces está funcionando, tiene los cuatro certificados ecológicos de la Comunidad Europea, porque no produce ningún tipo de efluente gaseoso, ni líquido, ni sólido, que pueda contaminar.
¿Y eso quieren replicarlo acá?
Somos los que representamos para América del Sur, y América Central, la empresa y la tecnología. Acá vamos a poner exactamente la misma planta, salvo que no vamos a usar los residuos sólidos urbanos, porque es complejo el manejo de la basura, porque tiene dueño acá, Aesa y no hubo caso de ponernos de acuerdo.
Entonces decidimos hacer energía a partir de biomasa, presentándonos a las rondas de Renovar para producir energía eléctrica y vendersela a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico. Pero Cammesa cambió las reglas de juego y las garantías, así que cambiamos el tipo de energía y vamos a generar biodiesel.
O sea, no va a ser energía para el sistema interconectado.
Vamos a generar biodiesel. No vamos a generar electricidad. Si bien en el ínterin, hace poquito, salió una nueva resolución de Cammesa, que vuelve a hacer atractivo el negocio, haremos en primera instancia biodiesel y eventualmente, una segunda planta para generar energía eléctrica. Si nos presentamos vamos a utilizar una tecnología que poco se conoce. Es decir, estaríamos produciendo gas con la biomasa y, ese gas se estaría inyectando con células electroquímicas, que transforman estáticamente el gas en energía y la almacenan. Es un sistema de producción de energía muy limpio, muy estable.
Y eso ¿Dónde lo venden, en el mercado local?
Esa energía eléctrica la venderíamos a Cammesa, porque la nueva resolución permite que contrate. Y el biocombustible lo vendemos a Francia. Francia lo compra y la redistribuye en otros mercados desde Aruba, que es el lugar donde se junta todo el biodiesel que se dirige a los países caribeños. Pero a su vez los inversores, nos requieren que alimentemos el mercado interno, así que tenemos que vender parte de la producción también acá.
¿Cuánta madera va a consumir?
Nos va a consumir 600 toneladas diarias de biomasa húmeda. Para producir 150 mil litros diarios de biodiesel. No hay algo así en la región -sonríe-. Además es bastante original. Durante la última guerra mundial, Alemania, que no tenía petróleo, producía el diésel de los tanques que usaban en el Norte de África, y el combustible de los aviones, a partir de carbón de coque, utilizando la tecnología que vamos a usar nosotros. Vamos a usar dos plantas acopladas, la planta que llamamos: lanza de plasma, que, a partir de la biomasa, produce un gas que se llama biosyngas, ese gas alimenta otra planta con tecnología de Fischer-Tropsch, que es la tecnología que usaban los alemanes y lo tomaron después los sudafricanos cuando se les hizo el famoso bloqueo de combustible, ellos tienen carbón y no petróleo.
Acá lo suplantan con madera…
Nosotros utilizamos madera proveniente de forestaciones, porque quienes nos dan la plata al igual que nosotros son ecologistas, entonces tenemos que utilizar madera proveniente de forestaciones, en zonas que no son de desmonte de bosque nativo. Mientras sea madera que no provenga de bosque nativo nos dan la financiación.
¿Y la plata viene de Francia?
No, el dinero lo provee un grupo inversor americano.
¿Y cuándo empiezan con la construcción?
Tenemos previsto empezar la obra civil en julio, y, festejar la navidad del 2020 con la puesta en marcha de la planta. El biodiesel es largamente mejor que el diésel fósil, porque no tiene fósforo y además lo supera en potencia. Así como la nafta se mide en octanos, acá se mide en cetanos. La Infinia de YPF, por ejemplo tiene 53 cetanos, este biodiesel tiene 73 cetanos, o sea, que es mucho más potente.
¿Y por qué Puerto Rico?
Porque el talón de Aquiles de esta iniciativa es la provisión de combustible. Esa es una zona que tiene suficiente suministro de biomasa, y, nosotros vamos a tener nuestra propia capacidad de materia prima, pero lo vamos a tener como una reserva de seguridad, porque lo que vamos a hacer es servirnos de la zona, con lo que vamos a ingresar una cantidad inmensa de dinero y vamos a activar económicamente la región. Vamos a estar comprando 600 toneladas diarias y vamos a estar pagando alrededor de 20 dólares por tonelada. Vamos a estar inyectando 12 mil dólares diarios en la economía. Aparte del hecho que, vamos a tener alrededor de 200 y 600 personas trabajando.
Una verdadera lluvia de inversiones…
La tecnología es súper moderna y respeta el ambiente. No se produce combustión, no se produce incineración, lo que se produce es sublimación, entra el sólido y se transforma directamente en gas. ¿Por qué? Por la temperatura que se puede lograr con la lanza de plasma, que puede lograr hasta dieciséis mil grados centígrados, cuando la superficie del sol son 6 mil grados. Eso permite transformar la materia. A 8 mil grados un producto que ponemos dentro del sistema, las moléculas se disocian, en sus átomos componentes, consecuentemente hay una liberación de energía. Es a un nivel superior, equivalente a la generación atómica, sólo que allí se rompen los átomos, en sus componentes, acá se rompe la molécula en sus átomos.
La presentación del módulo de Generación de Gas de Síntesis a partir de los Residuos Sólidos de Aserradero se hizo el miércoles en Puerto Rico, junto al vicegobernador Oscar Herrera Ahuad, pero Bernasconi asegura que nada le pide al Gobierno. “Es necesario que ellos sepan de una iniciativa de este tipo, pero no para pedirle ni dinero, ni garantías, nada. El Gobierno lo que puede hacer, y, a través de Herrera Ahuad se manifestaron dispuestos es apoyarnos con gestión, es decir nosotros no podemos correr riesgo de traer la planta, y, que funcionarios de tercer nivel nos retengan en el Puerto de Buenos Aires seis meses. Entonces necesitamos curarnos en salud y prever todo ese tipo de cosas”.
¿De dónde viene la planta?
La planta viene de Francia, la lanza de plasma. En cambio, la Fischer-Tropsch viene de China. Para la primera planta. Esa va a ser seguida casi inmediatamente de otra de igual monto, que estamos viendo dónde ubicarla para producir energía eléctrica. Pero no vamos a producir energía eléctrica a través de motores a gas, o de turbinas a gas, es decir con medios termo mecánicos, sino con células electroquímicas, por medios químicos, que permite una energía más limpia, más rentable y absorber los requerimientos del mercado en término de mayor o menos consumo. Cosa que en las plantas clásicas crea un mayor problema.
Nosotros somos ecologistas. Y tenemos una fuerte vocación de responsabilidad social empresaria. Precisamente ahora estoy viajando a Estados Unidos, voy a estar visitando la planta que produce las células electroquímicas, porque si hacemos este proyecto, vamos a comprarle a ellos la tecnología. Estamos convencidos que el desarrollo eléctrico en Argentina se va a hacer sobre esta tecnología.
¿Qué piensa tiene sobre el momento que está pasando la Argentina?
Estamos sufriendo las consecuencias de un ajuste que a mi juicio es excesivo, pero no puedo permitirme expresar esa opinión libremente porque no conozco a fondo cuál era la situación de fondo. Pero justificable o no, el ajuste es exagerado en función de las condiciones de la sociedad en general. No sé si era posible hacer algo más moderado para mejorar este país, o era la única salida que había. El hecho es que justificado o no, es excesivo para las personas, para las empresas y ni hablar para las PyMEs.
Y cree que para hacer una inversión de este tamaño, que implica un largo plazo, ¿están dadas las condiciones?
Nosotros nos estamos cubriendo en salud, por el hecho de que la mayoría de nuestro producto lo vamos a comercializar al exterior. Salvo la electricidad, pero va a tener al fondo de la cosa, un comprador, una garantía de pago que surge del Banco Mundial.

Tiene edad para decir no trabajo más. Pero, lo veo con mucho entusiasmo.
Porque me entusiasman estas cosas, y, vivo buscando cuáles son las mejoras tecnológicas que no se están utilizando para socializarlas. Por ejemplo, otra iniciativa es el uso de la lanza de plasma en otro tipo de actividades industriales que son altamente contaminantes. Y dónde están los grandes contaminantes que tienen poco eco público, en las grandes minerías. La producción de metales preciosos es un desastre ecológico. Nosotros nos pusimos a pensar qué puede hacerse para mejorar eso.
Y no se queda solo en el estudio. Están planificando comprar una mina para usar esa tecnología y producir su propio oro. “Donde ellos sacan un gramo por tonelada, nosotros sacamos un kilo por tonelada”, asegura.
Bernasconi no es misionero. Nació en Corrientes y se pasó media vida en Roma, donde fue, por 20 años, director general de la Oficina Intergubernamental para la Informática de la Unesco. De allí su pasión por el conocimiento.
Vino a Misiones en 2000, cuando finalizó su mandato. Desde entonces, formó y dirigió varias empresas. “Yo, enamorado de Misiones. Hoy venía de Puerto Rico, y, le decía a mi amigo que venía conduciendo: “Estoy enamoradísimo de esta provincia, y, no nos damos cuenta porque estamos todos los días transitándola. Yo miro al río y me digo, date cuenta de lo que estás viendo”.

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