La Cancillería argentina reclamó a Paraguay por amenazas a pescadores en el Paraná
En relación con el incidente del sábado pasado en la Isla Apipé Grande, donde se desarrollaba un concurso de pesca regional, y dado que la intervención de la Prefectura paraguaya obligó a su suspensión, la Cancillería argentina realizó gestiones a distinto nivel.
El mismo sábado 13, el Subsecretario de Asuntos de América, Leopoldo Sahores, planteó la inquietud por la situación surgida al Embajador de Paraguay en nuestro país, Julio Cesar Vera Cáceres. Por otro lado ayer, en Montevideo, el Canciller Jorge Faurie -en paralelo al encuentro de Ministros RREE del Mercosur que allí se realizaba- abordó este episodio con su par paraguayo, Luis A. Castiglioni.
A su vez, el Embajador argentino en Asunción, Héctor Lostri, analizó con el Prefecto de la Armada paraguaya los hechos del sábado y la búsqueda de soluciones posibles toda vez que la Isla Apipé Grande, ubicada al sur de la Represa Yacyretá sobre el río Paraná, se encuentra rodeada por aguas bajo jurisdicción paraguaya, conformando así un enclave insular.
La Argentina trabaja para establecer un entendimiento con el Paraguay que permita el desarrollo de actividades recreativas en las aguas circundantes de la Isla, al tiempo que se asegure la protección de la fauna y del medio ambiente. Esta materia será objeto de conversaciones con ese país en la reunión que tendrá lugar las próximas semanas del “Convenio sobre Conservación y Desarrollo de los Recursos Ícticos en los Tramos Limítrofes de los Ríos Paraná y Paraguay.
La Armada de Paraguay justificó la suspensión de un torneo de pesca de costa con devolución que se realizaba en la isla Apipé Grande, en la provincia de Corrientes. En un comunicado oficial sostuvo que si bien los organizadores contaban con la autorización del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, la competencia debía realizarse en otro sector de la isla, fuera del área considerada reserva.
El diario Ultima Hora de Paraguay publicó el descargo que realizaron los militares paraguayos, tras la polémica intervención que incluyó la exhibición de armas de guerra y un tono intimidante hacia los pescadores deportivos.
La Armada Paraguaya insiste en que “la zona de la actividad se trasladó arbitrariamente hacia la reserva íctica y que, además, no se estaba cumpliendo con la devolución de los peces capturados”, lo cual fue desmentido por organizadores y los mismos pescadores.
Los militares paraguayos indicaron que nunca desembarcaron en la isla y que “se ha respetado en todo momento la soberanía territorial argentina. Además se ha evitado satisfactoriamente llegar a agresiones o conflictos innecesarios con los organizadores o participantes”.
El polémico procedimiento fue realizado por el capitán de Corbeta Milciades Coronel González, quien amenazó con decomisar los equipos de pesca de los participantes de la competencia.
Dacunda se quejó porque “dos días antes de nuestro concurso había entre 30 y 40 lanchas arrojando espineles en la zona del vertedero, lo cual está prohibido”.
Al referirse a los militares paraguayos, Dacunda destacó en Radio Sudamericana que “estaban con armas de guerra y en una situación de amenaza. Imaginate si la gente desconcertada empezaba a arrojar piedras, se podía generar un conflicto grave”.
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