La Biblioteca Popular de Posadas, que tiene más de 100 años y es la más importante de la provincia, podría cerrar sus puertas porque la cadena de electrodomésticos Ribeiro no le quiere pagar el alquiler del local que ocupa y que es propiedad de este centro cultural.
Desde el mes de octubre (inclusive) que Ribeiro dejó de pagar el alquiler del local de amplias dimensiones que ocupa en la calle Córdoba, exactamente frente a California y al lado de la Biblioteca Popular Posadas. Este local es propiedad de la Biblioteca y constituye su principal ingreso para cubrir sus gastos de funcionamiento.
Cabe destacar que esta biblioteca, la más concurrida de la provincia -entre las 7 de la mañana y las 20.30 cientos de estudiantes de todos los niveles, profesionales, jubilados, amas de casa o simples curiosos disfrutan de sus prestaciones- no recibe ningún subsidio del Estado. La Biblioteca depende de la Asociación Civil, que cuenta con los escasos ingresos de la cuota anual (250 pesos para todo el año) y principalmente, el alquiler del local que hoy ocupa Ribeiro.

¿Por qué no paga el alquiler esta cadena de electrodomésticos? Los responsables del local dicen que la decisión se tomó desde la casa central de Ribeiro. La cadena tuvo ventas de $1.044 millones en el trimestre julio-septiembre, según el balance que presentó en la Bolsa de Comercio. Y si bien registró una caída importante en las ventas respecto al 2017, también es cierto que le sobran recursos para cubrir sus compromisos.
Aún cuando Ribeiro se encuentre en crisis, cuenta con los fondos suficientes para hacer frente al alquiler o incluso rescindir el contrato, pagando las penalidades que corresponden. Como muestra, se puede citar el caso de Megatone.
La cadena de origen chaqueño cerró 25 locales en los últimos meses por la caída de las ventas, producto de la crisis, y destinó 150 millones de pesos a pagar contratos de alquiler, penalidades e indemnizaciones. Luego presentó su concurso preventivo.
Pero Ribeiro no hace ni una cosa ni la otra. Es decir, ni paga el alquiler ni rescinde el contrato, dejando a la Biblioteca en una precaria situación, que incluye la posibilidad de que tenga que cerrar sus puertas. En el último balance detalló un plan de ajuste para encarar la actual situación. Pero en ningún momento mencionó dejar de cumplir con sus obligacione.
Ayer la Biblioteca emitió un comunicado, en el que detalló que son 5 empleados los que trabajan allí (un número muy bajo en relación al número de personas que atienden a diario) y que también dependen del cumplimiento de las obligaciones de una cadena de electrodomésticos que cada mes emite en la Bolsa de Comercio fideicomisos y Obligaciones Negociables por miles de millones de pesos. Ribeiro podría cumplir. Sea como sea que le pega la crisis económica.

 

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Redacción Economis

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