¿Hasta cuándo?

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El bimonetarismo no es algo nuevo, los argentinos de por sí desconfían de ahorrar sus excedentes financieros en la moneda de curso legal de nuestro país que es el peso, por la simple razón de que la inflación va deteriorando el poder adquisitivo generando que la plata guardada bajo el colchón por un determinado periodo pueda comprar menos bienes y servicios, inclusive las depositadas en un plazo fijo no ajustado por UVA.
Para comprender la magnitud, si en Diciembre de 2006 se hubiera guardado abajo del colchón $ 100 hoy tendría el poder de compra equivalente a $ 6 en ese periodo, debido a que la inflación acumulada del 2007 hasta agosto de 2018 alcanzó al 1.555 %, es decir, ¿Quién ahorraría pesos? La historia genera lastimosamente cierto “rechazo” a nuestra moneda, afectando de manera negativa la demanda de dinero, sabiendo que la inflación promedio anual de los últimos doce años es del 27 %.
Por esta razón, el “refugio” tiende a efectuarse en otro activo que no tenga la pérdida del poder de compra que la moneda de curso legal, que para la mayoría de los argentinos tiende a ser el Dólar, porque a la larga siempre dicho activo acompaña a la inflación o incluso, en la actualidad, debido a la desconfianza del mercado al plan económico y financiero del Gobierno nacional, que al analizar la evolución del dólar desde la gestión del actual presidente de la Nación tuvo una variación nominal del 165 %, cuando la inflación desde diciembre de 2015 hasta agosto alcanzó al 115,83 %.
¿La magnitud de la devaluación de este año, es por factores externos?
Claramente no, la dicotomía de bajar el déficit fiscal con un programa de reducción gradual de la presión tributaria junto con el gasto público era viable siempre y cuando el mercado acompañe e invierta en la Argentina para que crezca y la resignación de recursos fiscales por la baja impositiva iba a ser compensada por mayor actividad, caso que no pasó, hoy no hablamos de un crecimiento del 3,5 % sino de una recesión del 1 o 2 % del PBI.
En este marco, el “mercado”, visto las debilidades domésticas no confía en el cumplimento de los servicios de deuda y las fuentes financieras de nuestro país, dado que en tan solo este año nuestra moneda se devaluó 102 %, mientras que las monedas de los países limítrofes se devaluaron, como mucho, en una cuarta parte de lo que se devaluó en Argentina. Una porción fue sí, por los factores externos, debido a la política monetaria adoptada por la Reserva Federal de Estados Unidos con la suba de la tasa de interés.
La no confianza hizo que hasta julio de 2018 se fugaran más de 20 mil millones de dólares, sumado al contexto de la sequía del campo que atenta contra la oferta de divisas, lleva a que el dólar hoy en día tenga valores muy por encima de cualquier expectativa, incrementando el riesgo país, que implica que el costo de endeudarnos sea más caro.
¿Qué sucederá?
La euforia por el dólar y su inestabilidad llevaron a que las principales empresas del rubro alimentario, Arcor y Unilever, como las empresas automotrices, suspendan la venta de productos por falta de precios, lo cual resulta trascendental que el gobierno logre poner un “techo” al dólar para evitar que la remarcación de los precios de los bienes y servicios sea cada vez mayor, que día a día afectara de manera negativa el poder de compra de las familias.
En dicho marco, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos publicó el índice de salario nominal de junio de 2018 que presentó un crecimiento interanual del 22,92 % con respecto al mismo mes del año anterior, mientras que la inflación para mismo periodo fue del 29,3 %, reflejando así, el comienzo de la caída del poder adquisitivo de los trabajadores en un 4,93 % en dicho periodo, sabiendo que aún la economía en junio de 2018 no estaba “dolarizada” a $ 28  porque restaba pasar a precios hasta un 15 %, con lo cual, restan meses difíciles tanto para los trabajadores como las empresas, por la continuación de la devaluación en el mes de agosto que generara una mayor caída del salario real y desde la perspectiva de las empresas se reflejará en menores ventas (ingresos) que para solventar el incremento de los costos (luz, combustible, entre otros) y con estos niveles de tasas de interés, salir a financiarse es totalmente inviable.
¿Qué hará el Gobierno nacional?
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, afirmó que este lunes anunciará un paquete de medidas fiscales para transmitir “confianza” al mercado, donde probablemente se retomen las retenciones a las exportaciones para incrementar los recursos fiscales debido al incremento del tipo de cambio real por encima del 50 % desde el inicio de Cambiemos en la presidencia y otras medidas más, pero lo relevante va a ser como se tomarán los “agentes económicos” esos anuncios y si se comportara como lo hizo cuando el Presidente de la Nación hace tres días garantizaba el financiamiento del 2019 mediante el acuerdo con el FMI.

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