Garupá: Amenazan con desalojar a familia con cuatro hijos del terreno que compró hace más de cuatro años

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GARUPÁ. En el barrio Nuevo Garupá, de la localidad del mismo nombre, vive Verónica Villalba (27 años) con su familia, su esposo, Ramón Márquez y sus cuatro hijos en un terreno que compraron hace casi cinco años. Hace más de un año fueron relevados por la Ley del Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP) y la ANSES les entregó el Certificado de Vivienda Familiar.
Preocupada porque hace menos de una semana, recibió una notificación del Juzgado de Instrucción 1 de Posadas, sobre un posible desalojo, se comunicó con el diputado Martín Sereno, y su equipo de trabajo, y este martes, el legislador se acercó hasta Garupá a interiorizarse sobre el problema de Verónica y su familia.

Días después de la notificación del Juzgado, la Comisaría Quinta de Garupá -a cargo del subcomisario, Claudio Mancuello- le informó vía una nota que “se procederá a cumplimentar el allanamiento y desalojo ordenado por el Juez de Instrucción Uno, de Posadas”, dice el texto.
“Hace cuatro años y medio que vivimos en este terreno, y no lo intrusamos, lo compramos con mucho sacrificio a un vecino cercano, y así fuimos levantando nuestra casita. Tenemos el documento de compra y venta que nos avala. En estos años nunca nos vinieron a molestar, ni apareció ningún supuesto dueño a hablar con nosotros. Y ahora, desde hace una semana nos están ‘jeringueando’ con el tema de que hay una dueña que me está denunciando”, relata la joven de 27 años en un día lluvioso donde todo se hace más desolador.

 
“Nunca antes nos habían molestado”
Después de casi cinco años Verónica y su esposo recibieron una notificación de denuncia de parte de una mujer, Bienvenida Caballero, realizada en el Juzgado de Instrucción N°1 de Posadas, a cargo del juez Marcelo Cardozo.
“No sé quién es esa señora, no la conozco. Le pedí al policía que me traiga los papeles; pero me respondió que no era necesario que venga un dueño ni un papel, ni nada. Pero sabemos que cuando hay un desalojo tiene que venir el que se dice dueño, y mostrar un título de propiedad, los papeles. Pero acá no pasó eso. El policía, específicamente un agente me está amedrentando, me llama por teléfono y me ordena que salga pacíficamente sin hacer líos. Pero nunca el juez me notificó que vaya al Juzgado a una audiencia, por ejemplo”, reclama Verónica.
 
Tienen boleta de compra venta y Certificado del RENABAP
La joven madre insiste en que la primera noticia que tuvo en casi cinco años fue el miércoles pasado, cuando la policía le llevó hasta su precaria vivienda de madera la notificación de una denuncia con el nombre de la persona que la demandaba, porque, según adujo, se había metido en un lugar que era propiedad privada.
“El primer papel con la notificación tenía el sello del Juzgado de Instrucción N°1, y en el que me alcanzó ahora la policía no estaba el nombre de la que me denuncia ni sello, sólo la firma del comisario Mancuello. Me exigen que salga por las buenas para no tener que usar la fuerza, y hasta camión de la Municipalidad me ofrecieron para llevar mis cosas. Les respondí que no me importa el camión porque el problema es que no tengo dónde llevar mis pocos muebles, no tenemos donde ir con mis hijos, tengo cuatro, una beba de diez meses, y los otros de 6, 8 y 10 años. 
Tengo el RENABAP y el Certificado de Vivienda Familiar que me dieron en ANSES, pero no me lo quiere reconocer. El jueves  fui a hablar con el comisario Mancuello de Garupá, y me dijo que me daba hasta el lunes para irme o si no venían y me desalojaban; pero el lunes no aparecieron. Enseguida el equipo del diputado Sereno se ocupó del tema, y también ya está al tanto la abogada del Ministerio de Derechos Humanos”, expresa.
“Sólo queremos vivir tranquilos”
Verónica Villalba y su familia, como tantos otros y otras ciudadanas, viven al día, ella cobra la Asignación Universal por Hijo, y su compañero realiza trabajos temporarios. Carece de los servicios básicos y en su vivienda de madera y chapas de cartón hay bastante goteras. Pero ellos no descuidan la escolaridad de los chicos que concurren a la Escuela 817 “Esperanza de la Patria” de Garupá, y cuando se enferman los atienden en el CAPS de Ñú Porá. 
“No es muy buena la atención de la sala; pero es lo único que hay. Nos vamos a las 3 de la mañana, nos plantamos ahí hasta las 7.00 que nos dan el turno, y a eso de las 13.00 llega el médico. En esa sala también le hacen el control a la bebé. El Municipio nunca me ayudó con nada de lo que necesitamos”, lamenta.
“Vamos a hacer las gestiones que correspondan para ayudar a esta familia que compró el terreno con esfuerzo, cuando se asentó tuvieron que limpiar esto que era un enorme baldío, y construyeron una vivienda de madera, todos sus hijos están documentados, y van sobreviviendo como pueden, con la ayuda de los merenderos que organizan el Movimiento Evita. Los militantes colaboran con mercaderías para esta familia que seguirá peleando para no perder lo poco que tienen”, afirmó el legislador del PAyS.
 
“Pedimos que la Justicia respete nuestro derecho”
La joven cuenta que el policía que los hostiga para que abandonen su terreno, es el oficial Saucedo, al que conocieron cuando fue hasta sus vivienda a llevarles la denuncia.
“Me llamó a eso de las diez y media de la noche, y al rato vino con el móvil de la policía; pero con ropa de civil. Yo encontré rara esa actitud porque me dijo que nos visitaba porque estaba cansado de su superior que lo apuraba. Y hace unos días me enteré que el terreno de a lado de mi casa es de un policía retirado, y su mujer quería el nuestro para darle a un nieto o sobrino; pero yo no los conozco; no sé quiénes son”, señala Verónica.
Agrega que lo único que quieren es vivir tranquilos como hasta ahora. “Este terreno lo compramos con una platita que teníamos ahorrada. Pedimos que la Justicia respete nuestro derecho”, destaca el matrimonio.

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