El poder del Espíritu Santo en la vida de Jesús

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Si Jesús dependía del Espíritu Santo, también nosotros tenemos que depender de él. Como cristianos tenemos que afirmar nuestra identidad de hijos de Dios: reafirmar que estamos ungidos por el Espíritu Santo, debemos aprender a escuchar su voz, dejándonos guiar por Él, debemos fluir en esa unción amando el servicio, sembrando con amor y alegría, y haciendo todo el bien que podamos en toda oportunidad.
LA VIDA DE CRISTO EN EL MINISTERIO.
Hemos visto que la muchacha virgen de Nazaret concibió por la obra milagrosa del Espíritu Santo, y fue desde la concepción, la obra maravillosa del Espíritu estuvo presente con Jesús. Hoy veremos cómo ese Poder se manifestó en el ministerio de Jesús.
I- CRISTO FUE UNGIDO POR EL ESPIRITU SANTO.
En el Nuevo Testamento el ungimiento se menciona con relación a Cristo esta en los siguientes pasajes:
a) UN UNGIMIENTO PARA SERVIR.
“El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos…” Lucas 4:18
b) QUE TRAE PERSECUCION.
“Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel…” Hechos 4:27
c) PARA LIBERAR A LOS OPRIMIDOS.
“cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él…” Hechos 10:38
d) QUE DESBORDA EN FELICIDAD.
“Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros…” Hebreos 1:9
El ungimiento de Jesús ocurrió, probablemente, en el momento de su bautismo, aunque ungimiento y bautismo no son sinónimos.
O sea trajo señales y el ungimiento marcó una nueva etapa en su Ministerio, etapa en la que el poder del Espíritu se hizo públicamente manifiesto a través de él. Sirvió para distinguir al Cristo verdadero de los falsos. El ungimiento tuvo, por lo tanto, las siguientes características en relación a la vida y el ministerio de Cristo.
Sirvió para destacarlo como el Mesías. Pedro se refirió a este hecho en la oración que pronunció después de la primera persecución de los discípulos (Hechos. 4:27) Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,) El escritor de la carta a los Hebreos se refiere también al hecho de que el ungimiento de Jesús tenía el efecto de señalarlo como el elegido (Hebreos. 1:9)
Le dio el poder necesario para cumplir su misión profética. En la sinagoga de Nazaret dijo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres” (Lucas. 4:18).
Pedro relacionó el ungimiento de Jesús con su ministerio de hacer el bien: “Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos. 10:38) ¡También Nosotros estamos ungidos por el mismo Espíritu!
Dios es el que nos mantiene firmes en Cristo, tanto a nosotros como a ustedes. Él nos ungió, (NVI. 2º Corintios 1:21)
nos selló como propiedad suya y puso su Espíritu en nuestro corazón, como garantía de sus promesas. (2º Corintios 1:22)
II- CRISTO ESTABA LLENO DEL ESPIRITU.
Hay dos referencias específicas al hecho de que el Señor Jesucristo estaba lleno del Espíritu. Son éstas:
Lucas 4: 1 y Juan 3:34 , si bien ninguna de estas dos referencias afirma específicamente que Cristo fue lleno del Espíritu desde el momento de su concepción o nacimiento, se trata de un hecho que puede deducirse de las profecías del Antiguo Testamento sobre el Mesías.
Por ejemplo, Isaías habló de la relación entre el Espíritu Santo y el Mesías en los siguientes términos:
“Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová” (Isaías 11:2). En otro lugar, Isaías profetizó así sobre el siervo de Dios:
“He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento…” (Isaías. 42:1). Versículos como los mencionados implican que el ser lleno del Espíritu fue una experiencia permanente del Mesías.
III- CRISTO FUE SELLADO CON EL ESPIRITU.
Cristo mismo declaró esto, como puede verse en Juan 6:27 “Pero no se preocupen tanto por las cosas que se echan a perder, tal como la comida. Pongan su energía en buscar la vida eterna que puede darles el Hijo del Hombre.* Pues Dios Padre me ha dado su sello de aprobación.” El sello era la marca de su origen celestial y la prueba de su carácter de Hijo de Dios.
En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido. (NVI. Efesios 1:13)
“Éste garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su Gloria”. (Efesios 1:14)
IV- CRISTO FUE GUIADO POR EL ESPIRITU.
Después de su bautismo, Cristo fue guiado por el Espíritu al desierto para enfrentar la tentación de Satanás (Lucas 4:1) Su invariable obediencia a la dirección del Espíritu le permitió hacer siempre lo que agradaba al Padre (Juan 8:29) (Romanos 8:14-16).
V- CRISTO SE REGOCIJÓ EN EL ESPIRITU.
“En esa misma ocasión, Jesús se llenó del gozo del Espíritu Santo y dijo: «Oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, gracias por esconder estas cosas de los que se creen sabios e inteligentes y por revelárselas a los que son como niños. Sí, Padre, te agradó hacerlo de esa manera”. (NTV. Lucas 10:21) Esto constituía parte del fruto del Espíritu que abundaba en él.
“Le pido a Dios, fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en él. Entonces rebosarán de una esperanza segura mediante el poder del Espíritu Santo.”(Romanos 15:13)
VI- CRISTO RECIBIO PODER POR EL ESPIRITU.
En el rechazo de los fariseos, y que los llevó a cometer el pecado imperdonable, Cristo dijo claramente que si El echaba fuera los demonios era indudablemente por el poder del Espíritu (Mateo. 12:28) (Lucas 4:14-15)
Muestra también, que el poder que tenía para dar vista a los ciegos y libertad a los oprimidos era el poder del Espíritu. Esto indicaría que realizó numerosos milagros en el poder del Espíritu.
La curación de la mujer con el flujo de sangre fue resultado del poder del Espíritu Santo
(Marcos. 5:30) La curación de la multitud después de la elección de los discípulos fue resultado de su propio poder
(Lucas. 6:19) Cuando nuestro Señor fue acosado en el jardín de Getsemaní, en respuesta a la pregunta de la multitud acerca de su identidad, contestó: “Yo soy” Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra. Ante esta respuesta cayeron en tierra, probablemente como resultado de un momentáneo destello de su poder. (Juan. 18:6)
¿Qué importancia tienen estos hechos relativos al obrar del Espíritu en la vida y el ministerio de nuestro Señor?
1. En primer lugar, el Ministerio del Espíritu estaba relacionado con el desarrollo de la naturaleza humana de Cristo.
Si bien su naturaleza Divina era inmutable, su naturaleza humana era susceptible al desarrollo. Por ejemplo, su sabiduría aumentaba, (Lucas. 2:52) y aprendió la obediencia, (Hebreos 5:8) No tenía que ver con la necesidad de vencer el pecado, ni era tampoco el desarrollo de un cuerpo que hubiese sido contaminado por el pecado. Pero hubo crecimiento genuino, y esto tuvo lugar por el poder del Espíritu.
2. En segundo lugar, el hecho de que el Dios-hombre tuviera que depender del Ministerio del Espíritu en ÉL es demostración de las limitaciones de la humanidad.
3. En tercer lugar Todo esto constituye una vivida demostración, también, de la necesidad que tiene el creyente del Ministerio del Espíritu en su propia vida.
Si el Señor de la gloria no desestimó el Ministerio del Espíritu en su propio caso, ¿cómo podemos nosotros, los pecadores, vivir independientemente de su poder? Si El dependía del Espíritu, también nosotros tenemos que depender de él. Como cristianos tenemos que afirmar nuestra identidad de Hijos de Dios: reafirmar que estamos ungidos por el Espíritu Santo, debemos aprender a escuchar su voz, dejándonos guiar por Él, debemos fluir en esa unción amando el servicio, sembrando con amor y alegría, haciendo todo el bien que podamos en toda oportunidad.
Que Dios te bendiga y tengas una semana de victoria!
Pastor Guillermo Decena Centro Familiar Cristiano Eldorado.
Prédicas en vivo los miércoles 20 horas y domingos 18 horas, a través de http://cfceldorado.org/

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