Dios es tan bueno que envió a su hijo Jesús a morir por nosotros y resucitar al tercer día, Él llevó nuestras culpas, el castigo que nos trajo paz fue sobre Él, y por sus llagas fuimos curados. Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. El que nos acusa de día y de noche fue vencido con la sangre del cordero y por la gracia de Dios somos lo que somos. Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios. 

(NTV- Efesios 2:8-9) Dios es bueno, por eso nos muestra su GRACIA. Entendamos el concepto de Gracia en la Biblia:

En el Antiguo Testamento implica: 1. una gran acción de bondad gratuita por parte de Dios. 2. se refiere a una recompensa, aunque el favor de Dios sigue considerándose no obligado y gratuito. 3. puede referirse también la cualidad de una persona que hace que Dios le tenga benevolencia. Pero en todo el Antiguo Testamento, esta palabra no adquiere el sentido de un don sobrenatural de salvación.

En el Nuevo Testamento, se encuentra la expresión en el episodio conocido como la Anunciación. Según el relato del evangelista Lucas, el ángel Gabriel al saludar a María habría usado la expresión “llena de gracia” que implicaría el 3er. sentido de los empleados en el Antiguo Testamento. 

En el resto del evangelio se usa sea para referirse a la cualidad de la persona o también para la manifestación de benevolencia activa por parte de Dios. La gracia de Dios es expresión de la maravillosa bondad de Él.

1. La Gracia hace que seamos lo que debemos ser.

(1ª Corintios 15:10) Todo el que tiene la salvación la tiene por gracia de Dios. Nadie puede salvarse por obras, porque no es por obras para que nadie se vanaglorie. No hay precio en la tierra con que se pueda comprar la salvación, y como no lo había en la tierra, mandaron del cielo a pagarlo por nosotros. Vino Jesús, el Hijo de Dios, a pagar el precio más alto, a morir por ti y por mí. Su propia sangre, valemos más que oro, más que plata, valemos la sangre de Jesús. ¡Somos valiosos!

La inmensa gracia de Dios hizo de Cristo lo que debía ser, y lo logró: llegó a ser el salvador del mundo. Así la gracia de Dios estará con nosotros para completar la obra que un día comenzó. Dios puso su presencia en vos y te ha dado la oportunidad para que tu vida sea lo que deba ser!

La salvación es por gracia, pero cada día tenemos que experimentar Su gracia en diferentes facetas de nuestra vida. Hay una Gracia que nos preserva, que nos guarda, que nos hace hasta hablar correctamente para ser portadores de ella. A veces le decimos a Dios, ¿Señor, por qué pasé por esta circunstancia? Es que si no la hubiésemos pasado no hubiéramos experimentado la Gracia de Dios, quien juntamente con la prueba nos da la salida. 

Dios puede permitir una prueba, pero ya tiene una salida diseñada para la misma. Es necesario que por diversas pruebas entremos al Reino. Dios no va a ser nuestro todo hasta que Él no sea lo único que tengamos. Cuando Dios nos llama debemos depender directamente de Él, no de nuestras fuerzas ni de nuestro trabajo. El Señor dijo que aprendiéramos de Él que es manso y humilde. Mientras más nos acercamos a Dios más grande vemos que es Él y más pequeños nosotros.

Veamos lo que Dios por Su Gracia hace para preservarnos:

• Para librarnos del orgullo: (NTV- 2ª Corintios 12:7) El orgulloso, no encuentra descanso para su alma, porque siempre quiere estar por encima de todos, y eso le hace daño. Pero la mansedumbre y la humildad se aprenden, cuando uno está dispuesto a tomar el yugo de Cristo, unirse a Él, entonces hay descanso en el alma.

• Para que no nos desviemos: (2da Corintios 12:8)

• Para gloriarse en mi debilidad: Para que dependamos del Señor, para que le demos toda gloria a Él (2 Corintios 12:9-10).Dios te enseña a que te goces por tus debilidades, porque cada vez que no podemos, Él si puede. Es en la debilidad nuestra que el poder de Dios se perfecciona. Pero hay que reconocer que uno es débil (Joel 3:10). Solo los que entendemos la Gracia de Dios podemos ver nuestras debilidades como una bendición, pues las mismas, al ser reconocidas y llevadas a Él, se cambian por Su Poder en nosotros.

• Para saber hablar y ser bendición: Hay personas que hablan y en vez de llevar gracia lo arruinan (Efesios 4:29). A veces tenemos que pedir la Gracia para hablar o para no hablar, para saber que decir. Una palabra puede dar Gracia. (Colosenses 4: 5-6) Que cuando hables se sienta que lo hiciste de parte de Dios. Gracia para hablar, gracia para responder.

2. La Gracia que nos hace retener nuestra profesión

(Hebreos 4:14-16) No abandones la fe, no cuelgues la toalla. Jesús fue tentado en todo, Él nos entiende. Por eso, cuando somos tentados podemos decir “Señor tu pasaste por ahí y venciste, dame Tu Gracia”. El trono de nuestro Dios no es trono de juicio, es trono de la Gracia. 

A José, Dios le dotó de una Gracia especial y su papá le puso una túnica de colores, que era un reconocimiento de que lo quería más y que la usaban las personas vírgenes. Pero sus hermanos, por envidia la rompieron y le quitaron la ropa. Recuerda, te pueden quitar la ropa de afuera, pero no la de tu corazón.

Sin embargo, José siguió íntegro con Dios. Luego, es llevado a Egipto donde lo compra un egipcio llamado Potifar. Pasa José a ser el principal en la casa del egipcio y todo lo que tocaba lo hacía prosperar porque era lleno de la gracia de Dios. Entonces, la esposa de Potifar le decía a José que recordara que él podía administrar todo lo que estaba en la casa, incluyéndola.  Ahí está la integridad, la Gracia de Dios, ya que él dijo “yo no voy a ceder al espíritu de adulterio”. Ella lo quiso agarrar por la fuerza, pero él no se dejó atrapar por el pecado.

Primero sus hermanos le quisieron quitar la ropa y luego esta mujer adúltera se quedó con una parte de su ropa, pero él siguió íntegro porque retenía la vestidura de gracia y santidad, por lo que Dios estaba con José. Esa es la Gracia para retener la fe y para el oportuno socorro, hay uno que nos entiende.

3. La Gracia de Dios nos hace libre de nuestro pasado.

El apóstol de la gracia, el apóstol Pablo, sabía por experiencia el alcance de la gracia (1ª Corintios 15:9). En su pasado, él era Saulo, un perseguidor de los cristianos (Hechos 26:9-11). Sin embargo, cuando Pablo conoció a Cristo, los judíos comenzaron a odiarlo, porque se había convertido a Cristo, pero los cristianos le tenían miedo todavía. Dios no solo lo salvó, sino que también lo puso en el ministerio por fiel. Dios no llama a personas al éxito, nos llama a que seamos fieles, pero si eres fiel, entonces vas a experimentar el éxito verdadero de Dios. En ignorancia, persiguió cristianos y creía que lo estaba haciendo para Dios. Necesitamos la Gracia de Dios para entender que Dios no solamente perdona, sino que olvida y echa a lo profundo de la mar todos nuestros pecados.

(1 Timoteo 1:12-17) Cuando miraban a Saulo de Tarso convertido a Jesús decían, que si Dios tuvo misericordia de él, puede tener misericordia de cualquiera. La Gracia de Dios en nosotros es tan bella, que sin degradarnos, nos empequeñece hasta el extremo de sentirnos viles pecadores y necesitados de Él, de forma total. Más también nos engrandece, de manera que, sin inflarnos, nos hace Sus hijos y testimonios de Su Gracia para que otros crean.  (1ª Corintios 15:10) Cuando entiendes la verdadera Gracia, le das la gloria únicamente a Dios, no hay oportunidad de envanecerse. 

Si satanás te está acusando de tu pasado, hay una Gracia que nos perdona y lo utiliza para que seamos un testimonio de Su Gloria. (Miqueas 7:18-19) Jesús llevó nuestras culpas, el castigo que nos trajo paz fue sobre Él, y por sus llagas fuimos curados. Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús. El que nos acusa de día y de noche fue vencido con la sangre del Cordero. Por la Gracia de Dios somos lo que somos. 

La voluntad de Dios nos va a llevar a lugares que ni siquiera nos imaginamos. Está diseñado que a donde vayamos, Su Gracia nos persiga.  Solo hay una cosa que impide que esa Gracia nos alcance y es la amargura. 

Hay una Gracia para que nadie manipule tus sentimientos, para que nadie te denigre, porque el Señor te ha hecho Su hija/Su hijo. Hay una Gracia de Dios para romper los ciclos. Hay una Gracia para que se entienda que en la cruz del calvario Jesús fue varón despreciado y desechado entre los hombres, Él llevó el desprecio, el desecho, nuestras enfermedades, nuestros dolores. Él murió por nuestros pecados y se hizo maldición para romper toda maldición.

Dios quiere hablarnos en este tiempo. Cuan bueno es Dios que nos dio su bendita Gracia.

Que tengas una semana de bendición y victoria! 

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Guillermo Decena

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