Paraná: condenan a 25 años de cárcel al cura Ilarraz

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El sacerdote Justo José Ilarraz fue hallado culpable de 7 casos de abuso y corrupción de menores entre 1985 y 1993, en el seminario Nuestra Señora del Oráculo de Paraná.
La Justicia condenó a 25 años de prisión al sacerdote Justo José Ilarraz (59) por encontrarlo culpable de abuso y corrupción agravada de menores en siete casos, que fueron por los que se inició la causa en 2012.
En total, hubo cerca de 50 menores de entre 10 y 14 años que también denunciaron al cura. Durante casi un mes de audiencias testificaron 24 curas, cuatro ex sacerdotes, tres obispos, las víctimas y sus familiares y el propio Ilarraz, que se declaró “inocente” y dijo que “todo fue un plan orquestado por una de las víctimas”.
Ilarraz fue acusado de abuso y corrupción agravada de menores cuando era preceptor en el Seminario Menor de Paraná, entre 1984 y 1995, por lo que sus víctimas, que testimoniaron en el juicio, hoy tienen alrededor de 40 años.
Durante la lectura, el tribunal de Paraná decidió también revocar la excarcelación de al que gozaba el sacerdote y disponer el cumplimiento efectivo de la pena. Sin embargo, como el fallo no está firme, dispusieron la prisión preventiva en modalidad de prisión domiciliaria.
Durante las audiencias, Ilarraz “reconoció las cartas en las que confiesa los abusos” pero aseguró que las escribió “confundido y presionado” por el ex arzobispo de Paraná Estanislao Karlic, para que finalice la investigación interna “porque si no perdía el sacerdocio”, contó el fiscal Francisco Ramírez Montrull. El fiscal se refería a una carta escrita el 18 de enero de 1997 como confesión ante el Tribunal Eclesiástico del Vaticano, en la que el cura reconoció los abusos y confesó haber tenido “relaciones amorosas y abusivas con seminaristas menores”, una de las pruebas de las que dispone la justicia.
El cura Leonardo Tovar, que declaró en el juicio, dijo que “hay muchas víctimas que por hijos, trabajo o vergüenza social no se animaron” a testimoniar. Por su parte, Sergio Romero, una de las víctimas del abuso sexual que no figura como denunciante, señaló ante los jueces: “me saqué de encima el ahogo que tuve durante 27 años”.
“Yo no tengo Facebook y nunca quise agarrar un celular por miedo a qué me podían decir o quién lo iba a decir. Cada vez que veía autos parecidos a los de Ilarraz me escondía y se me aceleraba el corazón”, remarcó Romero, cuyo testimonio dio lugar a un nuevo juicio que el cura deberá enfrentar más adelante.
Cabe destacar que este es el segundo juicio en Entre Ríos contra un integrante de la Iglesia Católica, tras la condena a 25 años de prisión efectiva, también por abusos, al cura Juan Diego Escobar Gaviria en septiembre de 2017.

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